Pues el moro ese, el ladrón apuñalado, que no se preocupe, que aquí estamos para ayudarle, le operamos para salvarle la vida (que cuesta un pastón. Pastón que él no tendrá que pagar, sino los de siempre) y si lo menten en la cárcel unos pocos fienes de semana, que tampoco se preocupe, que luego tendrá derecho a cobrar el paro, hasta que se recupere para seguir robando. ¡Qué país de idiotas!
Era se una vez un país que apenas tenía delincuentes, tan pocos tenía que los tuvo que importar. Ahora si, ahora tiene de sobra, encarcelados ochenta mil. Mantenidos gratis total.
En sus países ya los paren delincuentes.
Tenían que hacer como en la protestante Alemania:
Primero que pague la curación, y después se le cura. Y si no paga, es su problema.
Como en la protestante Alemania hoy dia.
Me ha pasado a mí, como lo cuento.
Es que los delincuentes no son tan guays como nos cuentan en las películas… son tan miserables, repugnantes y penosos como es obvio que son.
Resulta, ahora, que los marroquíes vienen a delinquir robando y atracando a un pacífico viandante y, nosotros, vamos a salvarles. Parece de justicia que, el individuo en cuestión, se haga cargo de cuantos gastos nos ha generado a la sociedad española, amén, de inmediato, ponerle en la frontera de su pais para que vaya a robar allí.
¿Tendrá papeles? A veces me acuerdo de "La leyenda del indomable" y pienso que hace falta mucho pico y pala y menos sopa boba.