Antes o después habrá gente dispuesta a defender el cristianismo, no a practicarlo, y entonces algunos de los que ahora provocan se echarán las manos a la cabeza.
Antes o después habrá gente dispuesta a defender el cristianismo, no a practicarlo, y entonces algunos de los que ahora provocan se echarán las manos a la cabeza.
No pediré que quemen la sede de Benetton, que para eso ya están los sicarios del imán.
Pero al boicot sí que me sumo gustoso.
Un saludo.