Malos augurios en la prensa afecta para el PSOE, un partido en cuya suerte no confía ya ni el que era hasta hace muy poco el medio oficial de Rubalcaba, El País, que hace una crónica de la campaña que no puede ser más deprimente: "El PSOE lo intenta todo pero las elecciones se acercan sin que nada se mueva".
¿Se puede ser más duro? Sí, se puede: "Esta vez el PP está ganando hasta la campaña". Vamos, ni siquiera mentar a ‘la bicha’ Aznar le está saliendo rentable a los socialistas "y los días pasan", dice lacónico el cronista de Prisa.
Más impacto, al menos visual, está teniendo la campaña de CiU: si todavía no han superado el pasmo de ver a Durán tocar la batería no se pierdan hoy la fotografía en la página 13 de El País con unas zapatillas en un estilo de lo más gafapástico: cómo mola ser moderno, aunque hay que decir que la combinación zapatillas–americana es cuanto menos compleja.
Dice el catalán de Huesca que "no nos negamos a hablar con Rajoy". Uno se acuerda de cierta famosa visita de Mas al notario, pero es que uno es muy malo y, al fin y al cabo, a estas horas el famoso notario debe estar de viaje por el Caribe, como Curro.
En El Mundo, además de un apuesto pseudopríncipe convertido en rana por el beso de la Justicia, encontramos espacio para las devociones y los cultos, en este caso el "culto mariano" del que habla Federico Jiménez Losantos, una nueva adoración que "ha roto este fin de semana casi con tanta fuerza como el culto a Felipe y Aznar".
Y es que ante el olor a inmenso poder que despide el popular todo son cariños y amores, aunque la que cortará mucho bacalao es su esposa, Viri, "una belleza atlántica, lontana, con algo de madonna ‘de Murillo y Rafael’", asegura Federico. "Los que quieren algo de Mariano ya han empezado a pedírselo a Viri. Esta semana, procesión", concluye.
Precisamente, un comentario para Mariano tiene Antonio Gala, aunque no demasiado bienintencionado y sí en el estilo rastrero y casi miserable que el escritor se gasta habitualmente en su tronera mundana. Les pego literalmente para que no me digan que descontextualizo: "Esa impresión de obrar, hablar y vivir, en nombre de otro, una vida ajena. ¿No se mira al espejo? ¿No rompería, un Miércoles de Ceniza, el armario gris de sus disfraces? Quizá en Santa Pola... Si no, en el fondo, siempre andará desnudo".
¿Entienden ustedes lo mismo que yo? ¡Qué mal gusto, y más viniendo de quien viene!
En ABC podemos seguir con el análisis ‘fashionista’ de los políticos gracias a la chaqueta de Borrell, desempolvada por el socialista que volvía en un mitin a la mítica pana con una prenda que dice que ha sacado del armario en el que la guardaba... ¡¡desde 1982!! Ya decía yo que vuelven los 80... sobre todo a los mítines del PSOE.
Pasando la página nos vamos todavía más atrás, nada más y nada menos que a la Antigüedad, así con mayúscula, que estamos hablando del candidato de Amaiur por Vizcaya, que se llama el hombre, gracietas del destino, Iñaki Antigüedad. Los gestos que hace en los mítines nos remiten desde luego no ya a tiempos antiguos sino directamente prehistóricos. En la fotografía de ABC se diría que es todo un neandertal, vamos, que no podría ni pintar Altamira.
En La Razón encontramos, entre los ríos de leche y miel que nos promete Marhuenda con el cercano triunfo de Rajoy, el interesante artículo de César Vidal que nos desvela su paso, efímero, como no podía ser de otra forma, por el "pelotón de los torpes". ¿No se lo creen? Lean, lean lo que hicieron César y su amigo Lobo López en tan delicado momento: "Yo tardé menos de un día en salir de aquel círculo de réprobos y tengo la sensación de que Lobo no necesitó mucho más. Desprovistos de tutores y pedagogos, lo único que nos impulsaba era una mezcla de pundonor, de amor a la familia y de sentido del deber".
¿Y todo esto a qué viene? Pues a que la receta sigue valiendo para lo mismo: "Eran motivaciones sencillas, pero temo que no las veo en dirigentes sindicales, en políticos, en periodistas, en profesores y en tantos otros que siguen empeñados en que España prosiga en el pelotón de los torpes en el seno de la UE".
Por último, en un también desolado y deprimido Público ya nos hablan hasta de entierros, y encima el del PSOE: "Rubalcaba echa el resto para evitar que la derrota entierre al PSOE". Si ya hemos llegado al entierro, que Roures nos pille confesados. Y no, no es sólo el titular: "La posibilidad de aminorar la magnitud de la derrota para evitar que adquiera la categoría de entierro y el partido se hunda como el Titanic se cifra en la decantación del escaño que baila en una decena de provincias entre el PSOE y otras fuerzas".
Vamos que leyendo estas cosas me da por pensar, y ruego que me perdonen la imagen histórica, que ya se les ve cautivos y desarmados.