El Hospital Sant Pau de Barcelona ha negado este jueves recortes en la estructura del servicio de urgencias y de las guardias médicas, tras la muerte de una paciente de 63 años el domingo 29 de septiembre por una hemorragia interna en el hígado sin posibilidad de traslado al Clínic para ser atendida por un radiólogo.
En un comunicado, el centro hospitalario ha explicado que la mujer era conocida por el Servicio Digestivo del centro y desde hace tres años sufría un cáncer de hígado, cuya última progresión "había hecho descartar cualquier posibilidad curativa". Explica que la mujer acudió al servicio de urgencias por un "empeoramiento súbito" de la enfermedad y fue atendida de inmediato, y durante su estancia en el centro se planteó la posibilidad de realizar una arteriografía paliativa, para la que se hacía necesaria una derivación al Hospital Clínic.
No obstante, el rápido empeoramiento de la mujer hizo descartar esta opción y la consiguiente derivación, explica el centro, que argumenta que la estructura del servicio de urgencia y de las guardias médicas no ha sufrido ninguna modificación desde 2009. En relación a la prestación de la radiología intervencionsita, el hospital tiene un acuerdo con el Clínic desde 2008 de forma que si un paciente requiere una intervención urgente en horario no programado se deriva al citado hospital.
Los hechos, según la familia
Ante la ausencia de un radiólogo en el hospital, la hija de la mujer fallecida, Consuelo Muñoz, relata que el hospital le dio la posibilidad de esperar al día siguiente a la llegada de este especialista o bien de ordenar una derivación al Clínic.
Una vez tomada la decisión el hospital le señala al cabo de una hora que se va a efectuar el traslado pero todavía sin hora fijada prevista por la ausencia de ambulancias disponibles en ese momento, pese a la presencia de varias de ellas en la entrada del centro, donde se producía una manifestación contra los recortes, explica Muñoz en un comunicado de El Defensor del Paciente. Muñoz ha explicado su voluntad de presentar próximamente una denuncia contra el hospital, convencida de que una intervención rápida hubiera podido salvar a su madre, aunque consciente de que se encontraba grave.