La actividad sísmica en la isla de El Hierro muestra signos de actividad constante. Pero resulta especialmente preocupante observar en las mediciones del Instituto Geográfico Nacional el fortísimo incremento de la temblores en los últimos días.
Precisamente el terremoto de 4,4 grados que tuvo lugar en la isla de El Hierro la noche del viernes fue el más fuerte desde que en julio comenzara la crisis sísmica. Incluso pudo percibirse en algunos municipios de La Gomera y Tenerife.
El Hierro dista mucho de estar dormida. No obstante, su evolución futura es un enigma incluso para los propios geólogos. Se desconocen los niveles de presión magmática subterránea, y aunque los riesgos de una erupción volcánica explosiva y potencialmente catastrófica para la población son reducidas, es evidente que ésta ya se ha producido bajo el agua. El clima es de "incertidumbre prudente".
En cuanto a los seísmos, se trata de un fenómeno que no tiene visos de frenar su intensidad. De hecho, los vecinos de la isla canaria han sentido la mañana del sábado dos nuevos movimientos, que con magnitud de 3.5 y 3.9 grados en la escala de Richter, fueron registrados a las 09.05 y a las 09.44 horas, según ha informado el Instituto Geográfico Nacional.
Pero lo más curioso es que si nos fijamos en los datos de vigilancia volcánica, los temblores de tierra no han dejado de sucederse en los últimos días. En la mañana de este sábado la actividad alcanzaba un punto álgido con un terremoto de 3,9 grados.
Al largo de la noche, se reunió el comité científico y el comité director del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) para analizar la situación. En La Restinga el nivel de alerta es el número 1, semáforo rojo, que desciende a alerta amarilla en el resto de la isla.
En total, El Hierro ha registrado trece movimientos sísmicos durante la madrugada, incluyendo lo anterior. Según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), doce se localizaron en el municipio de Frontera y uno en la población de El Pinar, ubicada en el sur de la isla.
El análisis de la forma de onda captado por la estación de El Hierro del Instituto Geográfico Nacional ofrece un panorama perturbador. Desde el día 30 de octubre el aumento de actividad resulta notorio, y a partir de esa fecha hasta la de hoy no se detiene.
En los gráficos publicados por el IGN, las líneas correspondientes al histograma que analiza la forma de onda correspondientes a los días 3 y 4 noviembre (es decir, el jueves y el viernes) aumentan incluso la intensidad de los anteriores y ofrecen una impresión de completa inestabilidad. De hecho, si se observa la medición del istograma de las últimas semanas, descubrimos cómo de un día para otro la actividad sísimica se multiplica por dos.
En cuanto a las mediciones de energía acumulada publicadas por el instituto, éstos ratifican esas mediciones. A partir del 23 de octubre la energía empieza a subir de registro de cero a 9,7 + 11 julios, si tomamos de referencia el cuadro que se inicia el 10 de octubre. Desde el 18 de julio la cifra de energía acumulada es de 2,3 E + 12 julios, tal y como atestigua el correspondiente gráfico.
En cuanto a localización se refiere, se han producido 87 movimientos desde el pasado 3 de noviembre. Según este mismo criterio, el número de movimientos sísmicos asciende a 11.105 eventos si tomamos como referencia la fecha del 19 de julio. Una cadencia constante, con altos y bajos, pero presente a lo largo de toda la línea temporal analizada.
Un vistazo al histograma confirma de nuevo esta tendencia. El 31 de octubre el número de eventos es casi un tercio más elevado que el día anterior, ascendiendo a 153. Al día siguiente desciende drásticamente a un nivel similar a lo existente en días previos, cifra que de momento sigue descendiendo.
Si tomamos como referencia el histograma de los últimos meses, la cadencia y el ritmo de los eventos sísmicos es más fácil de apreciar en un único vistazo. La crisis del 17 y 18 de agosto destaca por encima de todas, llegando al punto culminante de los 454 eventos del día 21 de agosto. El 2 de septiembre, el 27 de septiembre, así como el 6 y 7 de octubre, y el reciente 31 de octubre fueron días de trabajo para los sismógrafos de El Hierro.
Aunque los científicos son cautelosos ante las mediciones que están registrando en El Hierro, lo cierto es que crece la preocupación de que las erupciones -que hasta ahora han sido submarinas- pasen traspasen la superficie del agua y pongan en serio riesgo la integridad de la isla y sus habitantes. Sólo teniendo en cuenta los datos objetivos de los medidores del IGN, los científicos concluyen que indudablemente la actividad volcánica está aumentando.