La muestra del Informe Pisa 2009 -el último disponible- fue en Cataluña "distorsionada y con déficits importantes" al excluir a demasiados alumnos con bajos resultados educativos, por lo que las conclusiones del escrito fueron mejores que en la realidad, según ha anunciado este martes la Fundación Jaume Bofill en la presentación del Informe Pisa 2009: Evaluación de las desigualdades educativas en Catalunya.
En rueda de prensa, el director del estudio, Ferran Ferrer, ha explicado que la OCDE permite excluir del estudio a un 5% de los alumnos -repetidores, inmigrantes y otros-, una cifra que Catalunya sobrepasó hasta excluir a un 5,95% de los alumnos, algo que también se ha dado en Murcia.
"Los excluidos son niños que obtendrían resultados más bajos y harían bajar la media de los resultados", ha avisado Ferrer, después de que el pasado informe se analizara en clave de mejora histórica de los resultados, lectura que situó a Cataluña en los niveles de Suecia y Estados Unidos y representó un aumento de 21 puntos respecto a 2006 y 15 puntos respecto a 2003 en la competencia lectora.
Mientras que lo más "habitual" es que los países excluyan a entre un 1% y un 2% de los alumnos en esta muestra, las escuelas catalanas dejaron fuera a casi el 6%: "Muy posiblemente los resultados no han mejorado", ha dicho Ferrer, para quien muy probablemente la mejora no se deba tanto a una mejora del sistema educativo como a una distorsión de la muestra.
Si en 2003 se examinó a una muestra de 1.516 estudiantes y en 2006 a 1.527 –una variación "normal"–, en 2009 la muestra dejó a 150 alumnos por el camino, situándose en 1.381 estudiantes analizados.