El asesino confeso de Marta del Castillo, Miguel Carcaño, y su presunto cómplice Samuel Benítez han mantenido un careo de cuatro minutos en el que se han acusado mutuamente y que ha puesto fin a la jornada de este lunes en el juicio por la muerte de la joven sevillana.
Carcaño se ha reiterado en su acusación de que Samuel se llevó el cuerpo de Marta y debe decir donde lo dejó, y ha añadido que debe hacerlo porque Benítez está en la calle y él en la cárcel.
"Lo único que te quiero decir es que digas dónde está Marta", le ha dicho Miguel Carcaño, el asesino confeso de la joven, a su supuesto cómplice, Samuel Benítez.
El careo, que ha durado escasos cinco minutos, ha comenzado con la interpelación realizada por Carcaño a Samuel, quien le ha contestado que "se cree el ladrón que todos son de su misma condición", explicando que esa tarde estuvo en Montequinto. Miguel, no obstante, ha insistido en que "es mentira que no aparecieras por casa", pues "vinistes en coche y no en autobús".
"Yo soy ahora Forrest Gump o el primo de Forrest Gump y llego en cinco minutos desde Montequinto", le ha contestado Samuel, a quien el presidente del tribunal ha llamado la atención por esta respuesta. "Tú eras más listo que yo, y por eso ahora yo estoy en prisión y tú en la calle", ha dicho Carcaño.
Samuel, que en su declaración negó haber participado el traslado del cuerpo, ha afirmado que le "hierven la sangre las acusaciones falsas" y que "es fácil en este país acusar sin aportar pruebas".
Careo "cortito" para los padres
Los padres de Marta han agradecido al juez que haya accedido a la petición solicitada por la acusación particular que ejercen para llevar a cabo un careo entre dos de los acusados en el caso destacando de la prueba realizada que el primero supiera que el segundo iba en coche a la fiesta en Montequinto.
En declaraciones a los periodistas, el progenitor de la joven, Antonio del Castillo, ha coincidido con su esposa, Eva Casanueva, en que ha sido "cortito". "Se ha dicho poco", ha admitido, para destacar a continuación que, no obstante, ha permitido saber que Carcaño sabía del desplazamiento en vehículo de Benítez a la barriada nazarena, "y por eso lo llama". En cuanto a la respuesta de Samuel, éste, "al verse acorralado, ha tirado de lo del billete de autobús, que es incoherente que no se guarde".
Para Del Castillo, el magistrado "podría haber preguntado más", no obstante lo cual ha agradecido que se haya accedido a ello. Tanto el padre como la madre se han referido a la posibilidad de meter en el careo al 'Cuco' –que declara este martes como testigo en la causa–. "Ojalá", ha expresado Casanueva, que, sin embargo, ha reconocido respecto al otrora menor que "de ese otro gusano no espero nada, con la sentencia que tiene casi que se puede acoger al derecho a no declarar, para no perjudicarse".
Cruce de miradas
Un momento especialmente importante ha sido aquél en el que ambos, al ser llamados a declarar, han cruzado las miradas con los acusados –lo que también ha hecho el tío de la joven y tercer testigo de la familia en declarar este lunes, Javier Casanueva–. Han coincidido en que no se podía "repartir la mirada entre todos".
Así, la madre de Marta –que asegura haber visto a Samuel más nervioso que a Miguel y ha reiterado su convicción de que "mienten todos"–, ha valorado ese momento indicando que "por la cabeza se te pasa que tienes delante a un gusano que se está riendo de la sociedad al completo, desde nosotros, con nuestro dolor, a las personas que nos apoyan, policías, medios de comunicación...". Con esa mirada, ha añadido, pretendía decirles "que se dejen de historias y que digan dónde está Marta".
Por último, ha incidido en el hecho de que su llamada a Samuel Benítez la noche de los hechos es "un dato importante que tenemos muy claro en la memoria", ya que éste le había dicho que Carcaño dejó a Marta en su domicilio a la medianoche, "momento en el que Antonio miró el reloj y vio que no eran ni las doce aún, pero te bloqueas, lo que quieres en ese momento es contactar con Miguel, y es lo que le pido".