La inmersión sigue su rumbo en Cataluña y si no se impone desde el Parlamento autonómico para eso están los grupos afines. En este sentido, la Plataforma per la Llengua y la Fundació Vincle han iniciado una campaña para que los camareros extranjeros atiendan en catalán a los clientes. Para ello, se escudan en "el derecho de los consumidores a ser atendidos en su lengua, tal como marca la legislación vigente".
Según informa e-noticies, la campaña consiste en la edición y reparto de 5.000 tarjetas de bolsillo con una guía de conversación básica siendo las instrucciones en catalán traducidas al castellano, urdu, árabe, chino e inglés.
El objetivo es repartir estas tarjetas entre los trabajadores de restaurantes y bares para que así atiendan en catalán a los clientes. Así, éstas incluyen saludos o expresiones relacionadas con la atención al cliente. El vocabulario tiene palabras como "café", "cortado", "agua", "vino", "bocadillo", "cambio", o "cuenta".
Las plataformas que han protagonizado esta campaña aseguran que "sirve para recordar otras obligaciones que tienen las empresas de restauración en relación a la lengua, como facilitar las cartas de platos y de vinos, o los rótulos de los precios de los servicios de los establecimientos en catalán".