Este jueves Convivencia Cívica Catalana presenta en Barcelona un estudio sobre los resultados del informe PISA en Cataluña, que demuestran "el fraude" de la inmersión lingüística. El adjetivo lo acuña Francisco Caja, presidente de este colectivo, que ha hablado con Libertad Digital antes de regresar a la Ciudad Condal. Un fraude contra el que ya hay sentencias firmes del TS que el PP, asegura, no podrá ignorar si se confirma su llegada al Gobierno de España.
El informe, titulado Rendimientos escolares de castellanohablantes y catalanohablantes bajo la inmersión lingüística derriba el mito de que el sistema aplicado desde hace treinta años en Cataluña favorezca la cohesión social. Y lo hace extrayendo cuatro conclusiones básicas de los resultados de PISA:
-Casi el 40% de los alumnos castellanohablantes en Cataluña abandonan la escuela de forma prematura.
-Bajo la inmersión, el fracaso escolar de los alumnos castellanohablantes es más del doble del de los catalanohablantes
-El ratio de fracaso escolar de los alumnos castellanohablantes en Cataluña es superior al de los alumnos andaluces o extremeños
-En todas las materias los alumnos castellanohablantes obtienen rendimientos escolares sensiblemente inferiores a los catalanohablantes.
Todo motivado, claro, por la exclusión del castellano como lengua vehicular en las aulas catalanas, al menos en las públicas. En ese sentido, Convivencia Cívica recuerda en el informe cómo los nacionalistas reivindicaban en los setenta una educación para los catalanohablantes, de acuerdo con el criterio de la UNESCO que señala a la educación en la lengua materna como el mejor sistema para enseñar a un niño.
Francisco Caja vuelve a denunciar la suspensión cautelar del auto que obligaba a la Generalidad a aplicar el bilingüismo en las escuelas, y que esa decisión la tomara de oficio el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Máxime, recuerda, cuando el auto "es una reproducción exacta de las sentencias del Tribunal Supremo", las que en diciembre de 2010 tumbaron el modelo de la inmersión. Y aunque recuerda que Convivencia Cívica es una movimiento ciudadano independiente de la política, lanza un mensaje muy claro al PP. Se felicita de la actitud de Alicia Sánchez Camacho, que respaldó personalmente la campaña iniciada por el colectivo que preside para solicitar formalmente al Gobierno catalán que les permita educar a sus hijos en castellano. "Yo mismo le propuse esa foto, el compromiso del PP ha sido muy beneficioso". Un compromiso que Caja espera que se mantenga tras la más que previsible victoria de los populares el 20-N. "Antes bastaba una llamada al Defensor del Pueblo" asegura recordando las presiones que en 1998 hicieron rectificar a Fernando Álvarez de Miranda en su intención inicial de recurrir la Ley de Política Lingüística. Pero ahora, concluye, contentar a los nacionalistas supondría pasar por encima de cinco sentencias que establecen la necesidad de establecer un bilingüismo real en los colegios de Cataluña.