Los cabreados.
Tampoco hace Quintero mención al tema de los/las docentes/as en la prensa.
A Alfonso Ussía, en la Razón, se le sigue notando un latente cabreo con el profesorado de los colegios públicos (hoy no nos añora con el de los prestigiosos colegios privados de su época y de la mía).
Ello (el cabreo) redunda favorablemente en que sus escritos aparecen más cachondos y jocundos.
Ver el de hoy "Un registro, señor Ministro":
"www.larazon.es/noticia/2796-un-registro-senor-ministro"
Le pasa lo que a Rafa Nadal en lo suyo cuando deja a un lado lo de "buen muchacho" y, además de poner a parir a los organizadores del OPEN USA, arrasa al ídolo local.
Esperemos que siga su cabreo.
Hubo, sin embargo, una excepción en este aspecto:
Y fue cuando al "gafe" Luis Yáñez le dio por soltar que Jaime Campmany "gastó pistolas" en su juventud.
Campmany no perdió la compostura y señorío pero escribió un artículo que creo fue el único serio en su dilatada profesión.
"www.abc.es/hemeroteca/historico-20-10-2004/abc/Opinion/respuesta-a-luis-yañez_9624269761542.html"
No sé por qué algunos se sorprenden todavía con el periódico prisáico, a cuenta de sus titulares proislamistas, si recordaran que uno de los jefazos o padrinos era, o sigue siendo un tal Abdelkader.