La prensa de este jueves tiene un claro nombre propio: María Dolores de Cospedal. "Dieta" o "duros" y "drásticos" recortes son sólo algunos de los titulares de los periódicos nacionales para referirse al plan de ajuste que la popular ha anunciado para Castilla-La Mancha.
El diario El Mundo habla de la "Dieta Cospedal" y en su editorial asegura que el programa económico de la secretaria general del PP "parece ideado para una economía de guerra" e incide en que "sólo con la aplicación de una radical dieta de adelgazamiento se puede enderezar esta penosa herencia". Contentos con el plan, los editorialistas del diario de Pedro J. también afirman que "hay que aplaudir la reducción drástica del escandaloso y agraviante número de liberados sindicales y de las subvenciones a centrales y patronales".
Los que no están tan contentos con los planes de ajuste son los sindicatos. Abonados como siempre al gasto, puesto que "el dinero público no es de nadie", han iniciado una nueva guerra, ¿cuántas irán ya?, contra Esperanza Aguirre. Ahora por la decisión de ampliar la jornada laboral del personal eventual de 18 a 20 horas semanales para así ahorrar 80 millones. Sin embargo, suenan ya los tambores de huelga y ayer se celebró una primera asamblea para sondear esta posibilidad. A pesar de estas amenazas el Gobierno regional de Madrid lo tiene muy clarito. "No habrá marcha atrás". Así lo asegura la consejera de Educación, Lucía Figar, al diario de Pedro J.
Por último, Antonio Gala vuelve a dedicar su "tronera" a su querido islam, con el que siempre es mucho más benevolente que con su odiado cristianismo. "Lo que llamamos mundo árabe me atrae con una fuerza mayor de lo explicable. Hasta que lo expliqué: es sólo el poder de la correspondencia. Sé que soy querido, comprendido por él, al que quiero y comprendo". No sé yo si el bueno de Gala será muy comprendido en algunos regímenes teocráticos regidos por las leyes de su amado islam. Pero si él lo dice...
El País también abre su portada con el plan de Castilla-La Mancha, pero lo hace con una doble intención: intentar alertar de que esto mismo es lo que hará el PP en España si llega a La Moncloa. "Cospedal presenta un recorte duro de personal como el modelo del PP", titula el diario de Prisa. Así asegura que "a través de lo que van haciendo sus barones, se pueden avanzar los planes del PP". El editorial va por la misma línea y habla de "recorte de laboratorio" e incide en que la idea de la popular es realizar pronto el plan para "disponer del resto de la legislatura para recuperarse del desgaste".
Además, el rotativo se empeña en airear las diferencias en el seno del socialismo. "El PSOE calcula que el plan de destruirá 15.000 empleos pero Salgado cree que ‘debe hacerse’", titula en otra información. ¿Será este PSOE del que se habla el de Rubalcaba? ¿Aprovecha de paso esta noticia para arrear un mamporro a su antaño amiga y fiel colaboradora Salgado?
La que anda más que indignada con la lucha contra el déficit es Maruja Torres. "Creo que los reformadores se han quedado cortos, al no especificar –por lo menos, los plazos- cómo debe ir desarrollándose la analfabetización, funcional y literal de las nuevas generaciones", afirma la columnista. Fíjate que pensaba yo que este proceso se inició con mucho éxito con la Logse. Pero además sigue afirmando: "Perdón, soy tonta. Si de eso es, precisamente, de lo que trata la reforma".
ABC sí que está contento con el plan Cospedal, auténtico tema estrella de la prensa. "Recortes drásticos tras ‘la ruina’ de Bono y Barreda", titula el diario de Vocento, que afirma en su editorial que "los dirigentes del PP deben tener claro que el cambio político en España, a partir del 20-N, ha de mostrarse en decisiones audaces de restricción del gasto público. O esto, o no habrá cambio alguno".
Mientras tanto, sus columnistas están que trinan con los nacionalistas por sus rabietas por el acuerdo entre socialistas y populares para la reforma constitucional. Martín Ferrand habla de la "intolerancia" y asegura que "los nacionalistas invocan inexorables el respeto a las minorías como forma de negación de las mayorías". Por su parte, Ignacio Camacho escribe sobre los "cuernos nacionalistas" e indica que "lo que el nacionalismo considera involución es sólo la supremacía de la nación de ciudadanos sobre la nación de naciones".
La Gaceta ha optado por dejar a Cospedal un poco relegada en la portada para centrarse en un tema propio. El diario habla de la incoherencia de los dirigentes sindicales y titula que "Toxo preparó las protestas del día 6 en un hotel de lujo en Madeira". Y es que el líder de CCOO se alojó durante las siete noches previas a su acuerdo con UGT en un resort de cinco estrellas en la isla portuguesa junto a su esposa.
Ahora le toca el turno a Público, encantado con la algarada que se puede producir por las reformas. "Otoño caliente", vaticina el diario del, por otra parte, multimillonario Roures, que alerta que "los sindicatos se levantan contra el ‘giro a la derecha’". Su subdirector, Manuel Rico, critica duramente las medidas y afirma que "hay una cosa que debemos agradecer a Cospedal: que haya anunciado que su plan es el modelo del PP para toda España".
El que todavía no ha conseguido digerir la exitosa visita del Papa para la JMJ es Manuel Saco, que se desahoga a base de insultos al Papa. Habla de la "desgracia" de un viaje pagado por el contribuyente español para llenar Madrid de "ponzoña religiosa". Critica que los políticos "se humillaron ante un farsante que dice tener hilo directo con el más allá" y dice que un "un papa inmoral nos dicta sus normas morales". Sin comentarios.
Por último, La Razón también ofrece un gran despliegue del plan para Castilla-La Mancha. "Cospedal ahorrará 1.815 millones sin recortes sociales", titula. Muy contento con esta medida, el diario de Planeta afirma en el editorial que "Cospedal marca el camino" puesto que "el recorte drástico del gasto era ineludible después de la caótica herencia de la etapa socialista". Y es que, además, añade que "ese balance de práctica quiebra exige sacrificios importantes y una cirugía de hierro en el gasto, porque no hacerlo conduciría al colapso de la administración".
El que no anda muy optimista con la reforma constitucional es César Vidal, que describe un "triste panorama mientras el reajuste necesario sigue sin abordarse y la nación se acerca, día a día, hora a hora, al borde del abismo". Y es que el director de Es la Noche de César de esRadio asegura que "nuestra clase política ha cambiado la Constitución mientras todo sigue igual y sólo se ha engañado a Bruselas por unos días".