El exministro de Justicia del último gobierno de Aznar, José María Michavila, ha relatado este martes en El Mundo la historia de un joven peregrino que perdió su mochila de la JMJ, una "mochila de paz" muy distinta de la mochila de Vallecas encontrada tras los atentados del 11-M.
Michavila cuenta cómo Pepe, de 13 años, perdió su mochila al finalizar el Vía Crucis celebrado el pasado viernes en el Paseo de la Castellana. El exministro detalla el contenido de ésta: un crucifijo, un Evangelio, recuerdos personales, veintiséis euros y un móvil.
Durante la noche del lunes, la hermana mayor de Pepe, Irene, recibió una llamada de un voluntario. Éste le contó que, en una Iglesia de Alberto Alcocer, apareció una mochila que, tras haber pasado por varias manos –"todas de buenas personas"-, tenía toda la pinta de ser la mochila perdida de Pepe. Y así era.
José María Michavila apuesta por encontrar "un mundo de convivencia basado en el respeto a los demás". El exministro, sin entrar en detalles, lanza la siguiente comparación: "Otra mochila con un móvil. Esta vez de paz". Uniendo estas frases con el título del artículo –Historia de otra mochila-, no hace falta ser muy avispado para saber hacia donde dirige la comparación de Michavila.
El exministro desvela al final del artículo que el peregrino que perdió la mochila, Pepe, es su hijo.