Benedicto XVI ha lanzado un último mensajes ante una multitud de un millón y medio de jóvenes de todo el mundo en la Misa de Envío de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ): "El mundo necesita de vuestra fe, necesita a Dios. Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación. A vosotros también os incumbe la extraordinaria tarea de ser discípulos y misioneros de Cristo en otras tierras y países donde hay multitud de jóvenes que aspiran a cosas más grandes (...) y no se dejan seducir por faltas promesas de un estilo de vida sin Dios", ha sentenciado.
"No os guardéis a Cristo para vosotros mismos", ha añadido. Y se lo ha dicho después de advertirles de que quien cede a la tentación de ir "por su cuenta" o de vivir la fe según la mentalidad individualista, que predomina en la sociedad, "corre el riesgo de no encontrar nunca a Jesuscristo, o de acabar siguiendo una imagen falsa de Él".
Ese impulso para testimoniar su fe, según ha explicado el Papa, vendrá de su amor a la Iglesia, es decir, de su "gozosa inserción" en parroquias, comunidades y movimientos, así como "la participación en la Eucaristía de cada domingo, la recepción frecuente del sacramento del perdón y el cultivo de la oración y la meditación de la Palabra de Dios".
El Pontífice ha subrayado que esa Iglesia no es "una simple institución humana", como otra cualquiera, sino que está estrechamente unida a Dios. "No se puede separar a Cristo de la Iglesia, como no se puede separar la cabeza del cuerpo –ha señalado–. Permitidme que, como Sucesor de Pedro, os invite a fortalecer esta fe (...). Seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia".
Benedicto XVI, en el "momento culminante de la JMJ", ha querido dejar claro también que la fe no es fruto del esfuerzo humano, de su razón, sino que es un Don de Dios. "Va más allá de los simples datos empíricos o históricos, y es capaz de captar el misterio de captar de la persona de Cristo en su profundidad", ha recalcado.
De esta forma, El Papa ha instado a los jóvenes a responder con "generosidad y valentía" a la pregunta de quién es Cristo. "¿Cómo es posible que alguien que ha vivido sobre la tierra hace tantos años tenga algo que ver conmigo hoy?", se ha preguntado. Y les ha dicho que respondan: "Jesús yo sé que tu eres el Hijo de Dios que ha dado la vida por mí. Quiero seguirte y dejarme guiar por tu palabra. Tú me conoces y me amas. Yo me fío de ti y pongo mi vida entera en tus manos. Quiero que seas la fuerza que me sostenga, la alegría que nunca me abandone".
En definitiva, ha subrayado que son muchos en la actualidad los que se sienten atraídos por la figura de Cristo y desean conocerlo mejor porque perciben que es la respuesta a muchas de sus inquietudes personales. "Al veros aquí, venidos en gran número de todas partes, mi corazón se llena de gozo pensando en el especial afecto con el que Jesús os mira. Sí, el Señor os quiere y os llama amigos suyos", ha asegurado para terminar diciendo a los jóvenes que reza por ellos y pedirles que recen por él.
Previamente, el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rocuo Varela, tras valorar la actitud de los jóvenes ante las inclemencias del tiempo y a lo largo de toda la Jornada, ha resaltado que urge un "sí" a Cristo, las vidas convertidas, el sacerdocio al apostolado seglar y al matrimonio y la familia según el Plan de Dios.
Al finalizar la misa, el Papa se despidió de Madrid con agradecimiento y tuvo un recuerdo para las víctimas del accidente de Spanair. "Al conmemorarse ayer el tercer aniversario del grave accidente aéreo ocurrido en el aeropuerto de Barajas, que ocasionó numerosas víctimas y heridos, deseo hacer llegar mi cercanía espiritual y mi afecto entrañable a todos los afectados por ese lamentable suceso, así como a los familiares de los fallecidos, cuyas almas encomendamos a la misericordia de Dios", ha afirmado.
Asimismo, se ha dirigido a los peregrinos, a los que ha pedido que tras el regreso a sus países y residencias habituales cuenten a sus amigos la experiencia vivida en Madrid. "Vuestros amigos querrán saber qué es lo que ha cambiado en vosotros después de haber estado en esta noble Villa con el Papa y cientos de miles de jóvenes de todo el orbe", les ha avisado.
Por eso, les ha insistido en que den un "testimonio audaz" de vida cristiana ante los demás para ser "fermento" de nuevos cristianos. "Haréis que la Iglesia despunte con pujanza en el corazón de muchos –ha aseverado– ¡Cuánto he pensado en estos días en aquellos jóvenes que aguardan vuestro regreso!". "Transmitidles mi afecto, en particular a los más desfavorecidos, y también a vuestras familias", ha añadido.
El Papa ha valorado también en esta despedida la "impresionante" y "significativa" asistencia a esta Jornada Mundial de la Juventud de obispos y sacerdotes, a los que a su vez ha dado las gracias, "muy desde el fondo del alma". Asimismo, les ha animado a seguir cultivando la pastoral juvenil "con entusiasmo y dedicación".
También ha agradecido "vivamente" al Ejército del Aire que haya cedido "con tanta generosidad" la Base Aérea de Cuatro Vientos, en el centenario de la creación de la aviación militar española. "Pongo a todos los que la integran y a sus familias bajo el materno amparo de María Santísima, en su advocación de Nuestra Señora de Loreto", ha afirmado.
Benedicto XVI ha saludado, como es habitual, a los asistentes a la ceremonia en varios idiomas. A los de lengua francesa, les ha aconsejado que sean "testigos valientes y sin complejos" y les ha pedido que no tengan miedo de ser católicos y den "siempre" testimonio de ello a su alrededor, "con sencillez y sinceridad".
A los asistentes de lengua inglesa, que lleven "la Buena Noticia del amor de Cristo", que han experimentado "en estos días inolvidables", mientras que a los peregrinos alemanes les ha asegurado que la fe "no es una teoría" y que confíen en Cristo toda su vida. A los italianos, les ha pedido que anuncien "a todos" lo que han "visto y oído" en Madrid.
El saludo más afectuoso lo ha dirigido a los peregrinos brasileños, que, en portugués les ha dicho que espera verles dentro de dos años en la JMJ de Rio de Janeiro. "Hasta entonces, recemos unos por otros, dando testimonio de la alegría que brota de vivir enraizados y edificados en Cristo. Hasta pronto, queridos jóvenes", ha concluido.