El Gobierno canario está formado actualmente por Coalición Canaria, PSOE y Centro Canario Nacionalista. Esta última formación asegura que la inmigración es "el primer problema" de la comunidad y asegura que "supone una sobrecarga de nuestros juzgados y hospitales, y la posibilidad de que pudieran aparecer casos de enfermedades infectocontagiosas, tales como la hepatitis, sífilis, tuberculosis o el sida".
Este partido nacionalista es, además, el responsable de dirigir la Viceconsejería de Políticas Sociales e Inmigración del archipiélago, tal y como recoge ABC. Mientras tanto, el PSOE calla ante declaraciones xenófobas de este tipo mientras que, en otras regiones, ha puesto el grito en el cielo por declaraciones mucho menos agresivas que las de sus socios de gobierno en Canarias.
Esta formación afirma, además, que los inmigrantes están "asfixiando la economía de muchos de nuestros ayuntamientos" y que éstos "pueden arruinar nuestra principal fuente de riqueza, el turismo".
Hasta el momento ni el presidente de Canarias, el regionalista Paulino Rivero, ni el vicepresidente, el socialista José Miguel Pérez, han censurado el comportamiento de esta formación por lo que cabe pensar que el Partido Socialista ha dejado en el cajón buena parte de su argumentarlo político con el objetivo de entrar en el Ejecutivo regional.