La batalla laboral que mantiene la dirección de El País con sus redactores se recrudece por momentos. Los trabajadores iniciaron la semana pasada una "huelga de firmas" para protestar contra las lamentables condiciones laborales que el periódico les obliga a aceptar. Pero a la cúpula directiva no le gustó nada que las informaciones de su diario aparecieran sin firmar como protesta, y los cuatrodirectores que El País ha tenido desde su fundación –Cebrián, Javier Moreno, Joaquín Estefanía y Jesús Cebeiro- se lanzaron contra ellos a través de un editorial furibundo, que llevaron incluso a su portada. En él, acusaban a los trabajadores de constituirse en una "Fuenteovejuna de turno", negándoles el derecho a protestar por sus condiciones laborales de esta forma, que queda fuera del "ámbito laboral". De hecho, pedían "disculpas a nuestros lectores por lo que constituye una falta de consideración a sus derechos" pero a sus trabajadores, ni agua: eran poco "profesionales".
En consecuencia, el Comité de Empresa quiso contestar a las críticas vertidas, exponiendo su versión de los hechos. Pero recibieron un portazo en la cara, como explicaron en su Twitter: "El Comité de Empresa ha pedido a EL PAÍS que publique nuestra respuesta a su #fuenteovejuna. Se niegan"
Por lo tanto, los trabajadores han publicado la respuesta a través de otras vías, ante la imposibilidad de diálogo que les ofrece el diario. En él, aseguran que sus protestas van mucho más allá que el ámbito laboral: "Las reivindicaciones de los trabajadores de El País no son meramente laborables, sino que pretenden defender la profesionalidad de la redacción", aseguran.
En él, se quejan de los recortes y las implicaciones que tiene para el desarrollo de su trabajo: "El ataque a los principios profesionales que han inspirado la trayectoria de El País proviene de quienes pretenden reducir a los periodistas a mera fuerza de trabajo, pagada con sueldos irrisorios, en condiciones laborales incompatibles con las exigencias de calidad de un medio como este y que ponen en peligro la autonomía profesional indispensable para ejercer la labor de informadores. Un periodista mal pagado es un profesional menos independiente y menos libre. Una sociedad sin periodistas dignos de tal nombre aboca a una democracia meramente formal".
Y es que, según explican, Prisa pretende obligarles a firmar un convenio que "consolida una doble escala salarial, sin ninguna subida del IPC y eliminando la paga que vincula las retribuciones a los beneficios". Además, añaden que "El Comité ha ofrecido perder una media del 4,5% del salario con el fin de facilitar la equiparación de los compañeros procedentes de El País Digital y las nuevas contrataciones".
Y contestan también a las acusaciones de falta de personalidad que les lanzaron los directores, por haber retirado su firma –como protesta- de las informaciones. "Lo que sí ha permitido la retirada de firmas es que se visualice ante el conjunto de la sociedad el firme deseo de quienes hacemos El País de defender la dignidad de los periodistas. Comprendemos que el hecho de que esto se haya manifestado públicamente incomode a algunos, pero lo que no podemos entender es que esa contrariedad se intente enmascarar con argumentos falsamente profesionales" les responden.