El Debate sobre el estado de la Nación ha dejado meridianamente claro que Zapatero está más que amortizado, que ya es pasado y que lo único que esperaba ayer la gente es saber cuándo tienen que ir a votar.
El Mundo apuesta por esta tesis y en su editorial asegura que "la despedida de Zapatero acerca las elecciones". Y es que el rotativo de Pedro J. considera que la intervención del todavía presidente "dejó en el aire la sensación de que incluso el presidente da por agotada" la legislatura. Así, un adelanto electoral es más que probable. El diario de Unidad Editorial considera "improbable que a Zapatero se le escapara de forma involuntaria una despedida si tuviera la intención firme de agotar la legislatura hasta el final". Incluso, se aventuran a volver a proponer este otoño –octubre o noviembre- como fechas para el duelo Rubalcaba-Rajoy.
En su columna, Federico Jiménez Losantos compara las despedidas de Aznar y Zapatero y recuerda cómo el popular "se fue porque quiso y no porque le echaran los suyos". Tras alabar la "brillante tarde parlamentaria" de Rajoy, el director de Es la Mañana de esRadio afirma que el "problema de Zapatero era que ayer, en el hemiciclo, el único presidente del Gobierno era Rajoy".
Además, en "Nos cuentan que..." se relata lo que les ocurrió al padre y al hermano de Zapatero, que acudieron a su despedida de este tipo de debates. Fueron a una cafetería cercana al Congreso, donde algunas personas les reconocieron y les contaron que existe un "capitán Lozano" en Twitter. Sí, su más que famoso abuelo, que tanto vale para hablar de memoria histórica como de la barbarie etarra. Al "progenitor A" del presidente, al parecer, le hizo mucha ilusión que el abuelo, más famoso que el de Heidi, volviera a la vida aunque en este caso a la de las redes sociales.
Mientras tanto, El País también vio una despedida en el discurso de Zapatero. Coincide con El Mundo en que no despejó las dudas sobre "la viabilidad de agotar la legislatura". El diario de Prisa abre su portada así: "Zapatero defiende su legado frente a la exigencia de elecciones de Rajoy y CiU".
Por eso de no hacer leña del árbol caído y de que éste ya no es rival para su verdadero candidato y valedor, Pérez Rubalcaba, El País hace una tímida defensa del todavía presidente y de su discurso. "Estaba obligado a enumerar las reformas emprendidas por el Gobierno a lo largo de los últimos meses y, al mismo tiempo, a describir sus efectos, todavía tímidos o inexistentes bajo la perspectiva del optimismo", asegura. Si el diario quiere conocer estos "efectos", quizás debería preguntar a los cinco millones de parados, de los cuales unos cuantos están ahí por las políticas de este ya agonizante presidente. Critica también a Rajoy y le advierte de que no podrá hacer políticas muy diferentes a las del Ejecutivo socialista.
Ante esta tesitura, Javier Pradera describe el debate entre Zapatero y Rajoy como un "póquer para ventajistas". Asegura este columnista que lo de ayer pareció "una extraña variante del póquer que exigiera a uno de los jugadores descubrir los naipes al final de la partida, pero permitirse en cambio a su rival mantener tapada su jugada y declararla solo verbalmente sin comprobación ulterior". Tras esta pataleta del que ve que se va a cerrar el chiringuito, añade que el debate ofreció a Zapatero "la oportunidad de despedirse de forma creíble, digna y emotiva". No sé qué debate vio. ¿Creíble con la que está cayendo? ¿Digna, con cinco millones de parados y el país al borde del rescate? ¿Emotiva? Quizás para la izquierda más fiel, y ni para ellos.
Por su parte, ABC habla de un "Gobierno agotado que se resiste al adelanto electoral". Está claro que lo único que todo el mundo esperaba ayer no se produjo. En su editorial el diario de Vocento afirma que "Zapatero no termina de irse" e indica que "el golpe electoral del 22-M todavía hace mella, y eso se notó en la falta de entusiasmo del Grupo Socialista". Y es que en su duro alegato contra el jefe del Ejecutivo añade que "solo la prerrogativa de disolver el Parlamento mantiene al presidente del Gobierno con vida política". Para ABC, ayer se vio la verdadera cara del estado actual del socialismo español: "sin discurso frente a los ciudadanos, crispado frente a la oposición y fracasado ante la crisis".
Gabriel Albiac describe de manera brillante lo que ha supuesto Zapatero en España y sobre el debate se pregunta "¿Qué Estado? ¿Qué Nación?". Afirma el catedrático que "daba vergüenza oírle farfullar ayer tonterías económicas que no entendía. Pero no, vergüenza daba al principio. Ahora concita el aburrimiento y el enfado". Se pregunta además algo que millones de españoles llevan años sin poder comprender: "¿Cómo ha podido permitir el Parlamento que una nulidad así dispusiera de siete años para completar su política de tierra quemada?". Pues esto es España, amigo. Aunque no puedo estar más de acuerdo con él cuando afirma que "un insensato no tiene color ni ideología. Tiene sólo peligro".
Público es el que da la nota hoy. Aunque es de justicia decir que esa es en realidad su mayor seña de identidad. Su jefe de Opinión, Marco Schwartz, debió visionar alguna película infantil antes del debate y dice que Zapatero "resultó mucho más convincente que Rajoy" haciendo una "defensa con coherencia de sus reformas" y ofreciendo "una explicación correcta de la crisis". Ahí es nada. En este alegato propagandístico añade que de Rajoy "apenas es rescatable su crítica al modo que se ha desarrollado la reforma de las cajas de ahorro".
Y Manolo Saco debió confundir el debate o ver sólo la intervención de Rajoy, objetivo único y exclusivo de su columna. Tras asegurar que ayer arriesgó "su inestable salud" indica que "en los periódicos no existe una prima de riesgo por tener que soportar cómo el jefe de la oposición va desgranando el anuncio detallado del fin del mundo". Para colmo, para seguir atacando al popular lo comparó con mofa con la mujer que en TVE traducía para el lenguaje de señas. Habría que ver qué pasaba si esto se hiciese en otros medios menos afines a su ideología...
En el lado opuesto se encuentra La Razón, que ya ve al líder del PP de presidente. "Rajoy toma el relevo", titula en su portada. 'Rajoyesco' hasta el extremo, el diario de Planeta asegura en su editorial que "Rajoy desmontó con contundencia las excusas de Zapatero para no anticipar las elecciones". Del jefe del Ejecutivo dice que "de poco o nada sirvió que el presidente socialista se enzarzara en una disputa sobre los datos o causas de la crisis: cuando la situación es peor que la de hace un año, no hay discurso que la maquille".
Por último, La Gaceta hace trizas al presidente y asegura que "Rajoy vapulea a un agónico Zapatero en el Debate de la Nación de la crisis". El título del editorial es bastante clarificador: "No, no le da vergüenza". Dice que Zapatero "sigue en Babia, escurriendo como un adolescente el bulto de sus responsabilidades" mientras que presenta a Rajoy como el que "trataba de bajarle bruscamente a la realidad calificándoles de ‘lastre’". En esta comparación entre ambos, el diario de Intereconomía sigue asegurando que ayer quedó muy claro "ante toda España el contraste entre el idealismo surrealista –o el inmenso desahogo- de Zapatero y el realismo de Rajoy".