Jopea: Primero, sosiéguese y no insulte.
Segundo, yo no estuve presente en la captación de dicha señora, pero sí padecí, en su momento, siendo joven, intentos por parte del "Opus" para engatusarme.
Por suerte, para mí, detecto a los fariseos a una legua de distancia.
Otros, que conozco, no tuvieron tanta fortuna como yo, y padecen graves secuelas, tras su paso, incluso permanencia todavía, en tal "Institución".
A Eneas:
Efectivamente, Dios los cría y ellos se juntan...
Habría que ver con quien te juntas tú... Pero ¿tú, crees en Dios?...(como Lo nombras... ¡¡no Lo nombres!!), porque por tus palabras, no andas muy lejos del anticristo... ¡¡la madre que te trajo!!...
A LeonAnto: ¿Estuvo Ud presente cuando le "lavaron el cerebro" a alguien? Si no es así, ¿con que autoridad dice semejante memez?
A "Eneas": Se le nota demasiado su anticlericalismo para poder dar una opinión sosegada, justa y respetable. Vierte Ud mierda contra todo lo que se mueva en la Religión Católica.
Probablemente ni uno ni otro tienen, lamentablemente, la más pajolera idea de lo que es la Iglesia Católica, ni mucho menos de lo que es El Opus.
Hablan de oidas y con los típicos tópicos de los anticlericales.
Personajillos amaestrados para repetir idioteces, sin saber realmente lo que dicen.
Por la forma en que hacen sus comentarios, se aprecia en Uds dos una perfecta actitud fascista... ¡Que pena...!
¿Y dónde queda la tan cacareada caridad de la secta de los seguidores de Escrivá de Balaguer? Menudos hipócritas reprimidos. No por algo estuvieron tan cercanos a Juan Pablo II y su "cerbero" Ratzinger.
Dios los cria y ellos se juntan...
Por raro que parezca, es una decisión justa. La relación no era contractual, sino un compromiso personal de vida en común contraído personalmente, y disuelto personalmente y de forma unilateral.
Si hubiera seguido en el Opus Dei, la Obra habría atendido sus necesidades de por vida, por cuantiosas que fueran. Al renunciar a ello, a partir de su renuncia dispone libremente de su sueldo, pero nada más. Y por la misma razón que el Opus no debe devolverle nada, tampoco puede exigirle el sueldo que ella ha venido entregando libremente y con cuya previsión de ingresos el Opus habría podido acometer algún proyecto, que ahora no podría continuar, al faltarle esas aportaciones.
Es, pues, de justicia.
Sí todo esto está muy bien, pero no se trata de dos partes iguales, por un lado hay una organización, que mediante prácticas de "lavado de cerebro" logra obnubilar al adepto y por otro lado alguien que ha ingresado muy joven, que cuando, pasado el tiempo, se da cuenta de la falacia, descubre con horror que ha desperdiciado los mejores años de su vida.
Los comentarios anteriores me parecen ruines. A las monjas de hábito, cuando lo dejan, se les da ropa para ponerse y algo de dinero para defenderse mientras encuentran trabajo.
Cuando todo se acepta, se acepta con todas las consecuencias...
Si no hay contrato de por medio, no hay nada.
Sin salario y las necesidades cubiertas... Un compromiso por ambas partes.
Lo que no está escrito y firmado, no existe. ¿Qué vas a reclamar?... Se reclama, lo que se acuerda en contrato.
Que bonito es el jueguete hasta que deja de gustarte. Hay que ser consecuente.
La verdad es que resulta muy penosa la actuación del Opus Dei, no sólo en este caso sino en muchos más: las personas no cuentan, sólo los fines de la institución. Y es cierto que mucha gente ha enfermado dentro, de tanto tragar y tragar. Ojalá el Papa ó algún reformador la renueve, como Sta. Teresa hizo con las Carmelitas.