Los nazis vieron en los perros a seres casi tan inteligentes como los humanos, e intentaron enseñarles a ‘hablar’, a leer y a escribir. Incluso se hicieron experimentos para comprobar la telepatía entre un hombre y un can.
Hitler, un amante declarado de los perros, quería que estos animales aprendieran a comunicarse con sus amos de las SS, y apoyó la creación de una ‘escuela especial para perros’, que pretendía enseñar a hablar a los canes.
Según informa Daily Mail, los oficiales nazis reclutaron perros de toda Alemania y los entrenaron para aprovechar las señales que hacían con sus patas. De algunos se dice que eran capaces de imitar la voz humana –incluso que podían llegar a decir "Mein Fürher"-. Incluso, de un airedale terrier llamado Rolf, se dijo que era capaz de "escribir poesía".
Los nazis esperaban utilizar a los animales para la guerra, para que colaboraran con las SS y para vigilar los campos de concentración.
El profesor del departamento de Medicina de la Universidad de Cardiff, Jan Bondeson, en su libro Amazing Dogs: a cabinet of canine curiosities, relata que en la escuela canina Tier-Sprechschule se intentaba convertir a los animales en "armas secretas". Además, en Leutenberg había una "escuela de voz canina".