Según La Gaceta, la hija de Rodolfo Ares ha tenido un meteórico ascenso en la Administración. Ha ocupado nada menos que cuatro puestos de responsabilidad en la administración pública desde que su padre fue nombrado consejero de interior. Con tan sólo 32 años, ahora es responsable de la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo.
Todo ello desde que su padre fue nombrado consejero de Interior del gobierno vasco el pasado 8 de mayo de 2009. De hecho, sólo veinte días después de esa fecha fue nombrada directora del Gabinete de la Consejería de Empleo y Asuntos Sociales del gobierno vasco, el primero de los grandes avances laborales de sus últimos años. Tenía entonces 30 años.
Sólo un mes después cesó de su primer cargo y pasó a ser directora de Cooperación al Desarrollo del gobierno vasco. Desde el 1 de enero de 2011 es directora de la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo, y lo sigue siendo. Esa agencia se había puesto en marcha sólo un mes antes de ssu desembarco, y desde su creación el Consejo Rector aceptó la propuesta de nombrarla directora.
Entonces, dice La Gaceta, la agencia llevaba seis meses sustituyendo gradualmente a la Dirección de Cooperación al Desarrollo y manejando un presupuesto de 51 millones. Asesora al Gobierno en políticas de cooperación y gestión de fondos públicos, y es un ente público de derecho privado –con capacidad jurídica propia para llevar a cabo sus fines-.
Todo ello se complementa con su nombramiento como vocal del Consejo Asesor de Relaciones con las Colectividades Vascas, publicada en el Boletín Oficial de la comunidad en octubre de 2010. Marta Ares inició sus primeros pasos laborales en Argentina, garcias a una beca que le concedió el Ministerio de Asuntos Exteriores en verano de 2005 por 1.200 euros al mes, según la resolución de Presidencia de la Agencia Española de Cooperación Internacional. Consiguió una renovación de su beca entre octubre de 2006 y septiembre de 2007.