Un agente de los Mossos d'Esquadra ha denunciado a dos guardias urbanos de Barcelona por no hablarle en catalán cuando, en un control rutinario, le pararon por conducción temeraria.
Según el atestado de la Guardia Urbana, al que ha tenido acceso Europa Press, el 9 de febrero de 2011, cuando los dos guardias urbanos realizaban un servicio de vigilancia en Ronda Sant Pau, observaron una moto que circulaba a gran velocidad, haciendo movimientos en zig-zag entre los coches, que obligaron a uno de ellos a frenar bruscamente. No pudieron pararle hasta llegar a la calle Compte d'Urgell, comprobaron que iba a 90km/h, y le informaron, en castellano, del motivo por el que le habían parado.
El hombre de la moto, que se identificó como mosso fuera de servicio, les dijo que su idioma era únicamente el catalán, a lo que, según el atestado, uno de los urbanos contestó "sin ninguna falta de respeto" que el castellano le había salido de forma espontánea.
El mosso, siempre según los guardias urbanos, se mostró indignado y alterado y realizó comentarios como: "Tú eres un fascista y lo que estás haciendo es una represión lingüística al catalán. Es una vergüenza para la policía de Cataluña que haya agentes con este comportamiento fascista"; y le amenazó con denunciarle y acudir a los medios para hacer pública la represión del catalán y que así le inhabilitaran.
Poco después, acudieron al lugar un sargento y un inspector de los mossos, así como un cabo de la Guardia Urbana y se le realizó al mosso un control de alcoholemia que dio negativo.
En su denuncia ante el juzgado de guardia el mosso asegura que le pidió al urbano "con toda la corrección exigible" que se le dirigiera en catalán. Según la denuncia, el guardia urbano adoptó entonces una actitud de menosprecio y le dijo: "No tengo ninguna obligación de hablarte en catalán, esto es España y te hablo en español".
Asegura que se identificó como mosso para hacerle ver al agente que su negativa era "completamente ilegal", ya que le correspondía la opción lingüística y destaca que el urbano adoptó una actitud arrogante y de menosprecio ante su persona, por lo que llamó al 112.
Al lugar se personaron dos agentes de mossos y más tarde un sargento que, según el mismo mosso denunciante, "adoptó una actitud de reproche" hacia él, sin dar ningún valor a su denuncia, lo que motivó un nuevo conflicto. El juicio de faltas se celebrará el próximo 28 de junio.