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Berzosa se despide con un macrobotellón

El evento, que se celebraba habitualmente en los alrededores de la Escuela Superior de Arquitectura de la Politécnica, se muda tras su prohibición.

"Es un desastre. Todo está lleno de basura". Así describía el profesor Felicísmo Valbuena el panorama que ofrecía el pasado jueves la Universidad Complutense de Madrid. Miles de jóvenes se congregaron para celebrar el botellón en honor a San Cemento, patrón oficioso de la Facultad de Arquitectura Técnica de la Universidad Politécnica de Madrid. La Politécnica prohibió que en sus inmediaciones se realizara ese evento. Así, mientras los alrededores de Arquitectura estaban vacíos, los de las facultades de la Complutense estaban repletos de jóvenes bebiendo.

El botellón no fue autorizado por la Complutense, pero tampoco fue prohibido, como ocurrió con la Politécnica. A diferencia del año pasado, los alrededores de Arquitectura Técnica estaban desiertos. Había vallas y cintas para impedir cualquier tipo de congregación.

Los jóvenes comenzaron a empinar el codo a la una del mediodía, y el botellón se prolongó hasta bien entrada la noche. Las zonas que registraron una mayor concentración fueron la plaza de Ramón y Cajal y la explanada de la Facultad de Ciencias de la Información.

La mayor parte de los universitarios se ausentaron de sus clases, aunque a algunos no les quedó más remedio. De hecho, la alumna M.J.P. informa de que, en 4º de Periodismo, suspendieron las clases dos profesores en el turno de tarde. El motivo objetivo no ha sido, por supuesto, el macrobotellón, pero algunos estudiantes sospechan de esta "casualidad tan oportuna".

Los arbustos de la Plaza de Ramón y Cajal se convirtieron en un auténtico urinario público, así como las esquinas, los árboles y los párkings de la Avenida Complutense. Una joven yacía desmayada a las siete de la tarde y, aunque la Policía no registró incidente alguno, sí que se produjeron robos y alguna pelea.

Presentes en la explanada de Ciencias de la Información, con una mesa de sonido y sirviendo bebidas alcohólicas, se encontraban los de la plataforma Jóvenes Sin Futuro. La primera semana de abril, la plataforma saltó a los medios de comunicación tras la marcha convocada en Antón Martín, que acabó en una auténtica batalla campal en la glorieta de Carlos V.

En cuanto al resultado final, el césped de la Avenida Complutense contaba con más cráteres que la Luna. Ciudad Universitaria estaba repleto de basura, sobre todo de botellas vacías. Incluso alguna papelera fue arrancada. Los servicios de limpieza tienen trabajo.

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