L. D. / EFE.- "Si las empresas hace clonación terapéutica, hasta cierto punto me sabe mal que esto sólo lo pueda hacer el sector privado y no se permita hacer con dinero público", explicó Tarrach.
A juicio del presidente del CSIC, el hecho de que las industrias apuesten por este tipo de investigación significa "que creen en que producirá beneficios terapéuticos para los enfermos", por lo que "me sabría mal que sólo puedan acceder a ellos las personas con muchos recursos económicos, que es los que obviamente pasará si lo hacen las empresas".
"Además no entiendo muy bien, como ocurre en Estados Unidos, que si hay razones éticas en contra de estas investigaciones, por qué son válidas para los fondos públicos y no para los privados", dijo. Auguró que si finalmente se obtienen beneficios terapéuticos de esta técnica de clonación "habrá países que lo hagan y podría pasar que los españoles tuvieran que ir a esos lugares del mundo para disfrutar de dichos avances".
En ese caso, indicó Tarrach, "me preocuparía que en España existiera una prohibición y hubiera que pagar los royalties" por importar los resultados derivados de dichos trabajos científicos. Por otro lado, admitió que desconoce el marco legal español que regula estas líneas de investigación, pero "obviamente tenemos biólogos moleculares o celulares con capacidad para hacerlo". Reiteró que "desde un punto de vista pragmático sería incorrecto que no se hiciera cierta investigación aquí y que luego importaremos los resultados conseguidos en otra parte, no llegaría a entenderlo".
"Si se dice que no se puede hacer esta investigación aquí también habrá que decir que no se pueden importar esos productos que salgan de la investigación en otros países, y ello no se ha hecho nunca, me sorprendería mucho", concluyó el presidente del CSIC, el mayor organismo público de investigación español, con más de un centenar de institutos repartidos por todo el país.
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A juicio del presidente del CSIC, el hecho de que las industrias apuesten por este tipo de investigación significa "que creen en que producirá beneficios terapéuticos para los enfermos", por lo que "me sabría mal que sólo puedan acceder a ellos las personas con muchos recursos económicos, que es los que obviamente pasará si lo hacen las empresas".
"Además no entiendo muy bien, como ocurre en Estados Unidos, que si hay razones éticas en contra de estas investigaciones, por qué son válidas para los fondos públicos y no para los privados", dijo. Auguró que si finalmente se obtienen beneficios terapéuticos de esta técnica de clonación "habrá países que lo hagan y podría pasar que los españoles tuvieran que ir a esos lugares del mundo para disfrutar de dichos avances".
En ese caso, indicó Tarrach, "me preocuparía que en España existiera una prohibición y hubiera que pagar los royalties" por importar los resultados derivados de dichos trabajos científicos. Por otro lado, admitió que desconoce el marco legal español que regula estas líneas de investigación, pero "obviamente tenemos biólogos moleculares o celulares con capacidad para hacerlo". Reiteró que "desde un punto de vista pragmático sería incorrecto que no se hiciera cierta investigación aquí y que luego importaremos los resultados conseguidos en otra parte, no llegaría a entenderlo".
"Si se dice que no se puede hacer esta investigación aquí también habrá que decir que no se pueden importar esos productos que salgan de la investigación en otros países, y ello no se ha hecho nunca, me sorprendería mucho", concluyó el presidente del CSIC, el mayor organismo público de investigación español, con más de un centenar de institutos repartidos por todo el país.
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