L. D. - Según publica este viernes el diario "ABC", el 50 por ciento del personal funcionario que ha trabajado más de quince años con las colecciones de insectos ha tenido cáncer. Aunque no se ha demostrado la relación directa entre la utilización del nitrobenceno y los procesos cancerígenos, algunos científicos consultados por este periódico han expresado su preocupación por esta relación, e incluso piden que se investigue si la causa de las muertes ha podido ser también la exposición a cualquier otra sustancia con la que se haya trabajado.
Hasta que a finales de los años 80 se detectó el problema, los investigadores utilizaron nitrobenceno mezclado con piretrinas, y no fue hasta 1992 cuando esta sustancia fue totalmente suprimida. Ese año se sustituyó por un fumigante con un compuesto de vapona, una sustancia que dio positivo en los análisis realizados por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos y que ha podido causar problemas de salud a otros investigadores, según han demostrado las revisiones periódicas a las que éstos se someten.
Al menos dos personas del Departamento de Biodiversidad y Biología Evolutiva del Museo de Ciencias Naturales han dado altos niveles de fumigantes en sangre. A este mismo Departamento pertenecía el último investigador fallecido la semana pasada a causa de un linfoma, y cuyo funeral se celebró este jueves.
Fuentes oficiales aseguraron este jueves que el CSIC ha adoptado las medidas oportunas para garantizar la seguridad de los trabajadores, aunque representantes de los investigadores manifestaron sus sospechas por el hecho de que todavía pueda haber cajas de insectos infectadas con nitrobenceno. Esta posibilidad no pudo ser contrastada con el presidente del Consejo, Rolf Tarrach. Tampoco se pudo contrastar la muerte de un catedrático de la Escuela de Montes por la inhalación de nitrobenceno.
Hasta que a finales de los años 80 se detectó el problema, los investigadores utilizaron nitrobenceno mezclado con piretrinas, y no fue hasta 1992 cuando esta sustancia fue totalmente suprimida. Ese año se sustituyó por un fumigante con un compuesto de vapona, una sustancia que dio positivo en los análisis realizados por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos y que ha podido causar problemas de salud a otros investigadores, según han demostrado las revisiones periódicas a las que éstos se someten.
Al menos dos personas del Departamento de Biodiversidad y Biología Evolutiva del Museo de Ciencias Naturales han dado altos niveles de fumigantes en sangre. A este mismo Departamento pertenecía el último investigador fallecido la semana pasada a causa de un linfoma, y cuyo funeral se celebró este jueves.
Fuentes oficiales aseguraron este jueves que el CSIC ha adoptado las medidas oportunas para garantizar la seguridad de los trabajadores, aunque representantes de los investigadores manifestaron sus sospechas por el hecho de que todavía pueda haber cajas de insectos infectadas con nitrobenceno. Esta posibilidad no pudo ser contrastada con el presidente del Consejo, Rolf Tarrach. Tampoco se pudo contrastar la muerte de un catedrático de la Escuela de Montes por la inhalación de nitrobenceno.