L D (EFE) Angela Gheorghiu tenía previsto debutar el próximo 1 de octubre en Madrid con el que es el papel que más fama le ha dado en todo el mundo, el de Violeta en "La Traviata" de Verdi, en un montaje nuevo con dirección de escena de Pier Luigi Pizzi y musical de Jesús López Cobos.
El martes por la noche, el Teatro Real anunció en un escueto comunicado, en el que no se daba ninguna explicación al respecto, la cancelación de Gheorghiu, que tenía previsto cantar cuatro de las doce funciones programadas de "La Traviata", ópera con la que el coliseo madrileño levantará el telón de su séptima temporada de ópera.
Angela Gheorghiu, nacida en Rumanía hace 37 años, habló por teléfono con EFE desde la habitación del hotel en el que ha estado hospedada desde el domingo por la tarde, cuando llegó a esta capital, un mes después de que comenzaran los ensayos. "El público de Madrid quiere verme en La Traviata, pero en una Traviata de verdad, no en ese montaje vulgar, lleno de referencias sexuales. Es una producción fuera de su contexto original, fuera de su mundo, ya que está ambientada en los años cuarenta (del siglo XX)", comentó Gheorghiu en un tono de voz que no dejaba traslucir enojo alguno por lo ocurrido.
"No soy una diva caprichosa"
"Soy una artista muy profesional y perfeccionista, porque respeto mucho al público, no una diva caprichosa", recalcó la cantante, quien quiere dejar "muy claro" que si aceptó cantar "La Traviata" en Madrid fue "por Verdi, no por el señor Pizzi", cuyo concepto de la ópera de Verdi "no comparto en absoluto". "La acción de esta ópera no puede transcurrir en los años cuarenta del siglo pasado. Así lo escribieron Verdi y Francesco María Piave (autor del libreto, basado en la novela "La dama de las camelias", de Alexandre Dumas hijo)", añadió.
La cantante, casada con otro gran divo de la ópera, el tenor Roberto Alagna -juntos han protagonizado varios altercados en teatros como La Scala de Milán o el Metropolitan de Nueva York-, está "molesta" con la dirección artística del Teatro Real "que no me informó de cómo era la producción. Hable -relata- con Emilio Sagi (director artístico) hace tiempo para que me contara como era el montaje. Pero nada. A pesar de todo, viajé a Madrid".
Fuentes del Teatro Real indicaron a EFE que desde la llegada e Madrid de la cantante, el domingo, "todo han sido exigencias. Que si el hotel no era suficientemente lujoso, que si el vestuario, que si el montaje, ...Caprichos de diva".
El martes por la noche, el Teatro Real anunció en un escueto comunicado, en el que no se daba ninguna explicación al respecto, la cancelación de Gheorghiu, que tenía previsto cantar cuatro de las doce funciones programadas de "La Traviata", ópera con la que el coliseo madrileño levantará el telón de su séptima temporada de ópera.
Angela Gheorghiu, nacida en Rumanía hace 37 años, habló por teléfono con EFE desde la habitación del hotel en el que ha estado hospedada desde el domingo por la tarde, cuando llegó a esta capital, un mes después de que comenzaran los ensayos. "El público de Madrid quiere verme en La Traviata, pero en una Traviata de verdad, no en ese montaje vulgar, lleno de referencias sexuales. Es una producción fuera de su contexto original, fuera de su mundo, ya que está ambientada en los años cuarenta (del siglo XX)", comentó Gheorghiu en un tono de voz que no dejaba traslucir enojo alguno por lo ocurrido.
"No soy una diva caprichosa"
"Soy una artista muy profesional y perfeccionista, porque respeto mucho al público, no una diva caprichosa", recalcó la cantante, quien quiere dejar "muy claro" que si aceptó cantar "La Traviata" en Madrid fue "por Verdi, no por el señor Pizzi", cuyo concepto de la ópera de Verdi "no comparto en absoluto". "La acción de esta ópera no puede transcurrir en los años cuarenta del siglo pasado. Así lo escribieron Verdi y Francesco María Piave (autor del libreto, basado en la novela "La dama de las camelias", de Alexandre Dumas hijo)", añadió.
La cantante, casada con otro gran divo de la ópera, el tenor Roberto Alagna -juntos han protagonizado varios altercados en teatros como La Scala de Milán o el Metropolitan de Nueva York-, está "molesta" con la dirección artística del Teatro Real "que no me informó de cómo era la producción. Hable -relata- con Emilio Sagi (director artístico) hace tiempo para que me contara como era el montaje. Pero nada. A pesar de todo, viajé a Madrid".
Fuentes del Teatro Real indicaron a EFE que desde la llegada e Madrid de la cantante, el domingo, "todo han sido exigencias. Que si el hotel no era suficientemente lujoso, que si el vestuario, que si el montaje, ...Caprichos de diva".