L D (EFE) El juicio comenzó en medio de estrictas medidas de seguridad y poco después de que el reo fuera trasladado al tribunal a través de un túnel desde la celda en la cual permanecía solitario desde el viernes pasado, cuando fue llevado en avión a Virginia Beach desde el norte del estado de Virginia.
Mohamed, de 42 años, está acusado oficialmente de la muerte de Dean Meyers, ocurrida de un disparo certero en una estación de gasolina del condado de Prince William (Virginia) la noche del 9 de octubre de 2002. Asimismo, es sospechoso de haber participado en otros nueve asesinatos y de herir a cinco personas más durante una oleada de terror que duró tres semanas hasta el 24 de octubre de 2002, en la capital de EEUU, Maryland y Virginia, y de la que también se acusa a Lee Malvo, ahora de 18 años.
Malvo será sometido a un juicio por separado, fijado para el 10 de noviembre próximo en la ciudad de Chesapeake (Virginia). Aunque ambos fueron investigados sobre su presunta participación en otros asesinatos en los estados de Alabama, Washington, Georgia y Luisiana, Mohamed no afronta cargos por esos homicidios en el juicio que se celebra en Virginia Beach. Mohamed es el primer reo sometido a juicio por asesinato bajo la ley antiterrorista del estado de Virginia promulgada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Selección del jurado
Al empezar al juicio con la selección de los 12 miembros del jurado, Mohamed dijo al juez LeRoy Millette que es inocente de asesinato y de otros tres cargos que se le atribuyen relacionados con la posesión ilegal de armas de fuego.
Se espera que la selección del jurado tarde varios días y que el juicio se prolongue al menos durante seis semanas. El juicio fue trasladado a Virginia Beach (Virginia), a unos 320 kilómetros al sur de Washington, a petición de la defensa, que alegó que no era posible lograr un jurado imparcial en el norte del estado, donde todos los habitantes podían considerarse víctimas de los francotiradores, ya que los ataques atemorizaron la región.
El juez Millette, del circuito del condado de Prince William que preside el juicio, rechazó permitir la transmisión en directo de las sesiones, pero aprobó dos circuitos cerrados de televisión, uno para un salón privado donde estarán familias de las víctimas y otro para los centenares de periodistas que cubren las audiencias.
Mohamed, de 42 años, está acusado oficialmente de la muerte de Dean Meyers, ocurrida de un disparo certero en una estación de gasolina del condado de Prince William (Virginia) la noche del 9 de octubre de 2002. Asimismo, es sospechoso de haber participado en otros nueve asesinatos y de herir a cinco personas más durante una oleada de terror que duró tres semanas hasta el 24 de octubre de 2002, en la capital de EEUU, Maryland y Virginia, y de la que también se acusa a Lee Malvo, ahora de 18 años.
Malvo será sometido a un juicio por separado, fijado para el 10 de noviembre próximo en la ciudad de Chesapeake (Virginia). Aunque ambos fueron investigados sobre su presunta participación en otros asesinatos en los estados de Alabama, Washington, Georgia y Luisiana, Mohamed no afronta cargos por esos homicidios en el juicio que se celebra en Virginia Beach. Mohamed es el primer reo sometido a juicio por asesinato bajo la ley antiterrorista del estado de Virginia promulgada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Selección del jurado
Al empezar al juicio con la selección de los 12 miembros del jurado, Mohamed dijo al juez LeRoy Millette que es inocente de asesinato y de otros tres cargos que se le atribuyen relacionados con la posesión ilegal de armas de fuego.
Se espera que la selección del jurado tarde varios días y que el juicio se prolongue al menos durante seis semanas. El juicio fue trasladado a Virginia Beach (Virginia), a unos 320 kilómetros al sur de Washington, a petición de la defensa, que alegó que no era posible lograr un jurado imparcial en el norte del estado, donde todos los habitantes podían considerarse víctimas de los francotiradores, ya que los ataques atemorizaron la región.
El juez Millette, del circuito del condado de Prince William que preside el juicio, rechazó permitir la transmisión en directo de las sesiones, pero aprobó dos circuitos cerrados de televisión, uno para un salón privado donde estarán familias de las víctimas y otro para los centenares de periodistas que cubren las audiencias.