(13-9-02) El cadáver del torero Reina Rincón llegó a España sin algunos órganos vitales

L D (Agencias) Estos datos fueron desvelados por el abogado de la familia, quien en compañía del padre, José Reina, dio a conocer los resultados de la segunda autopsia realizada en el Instituto Anatómico Forense de Madrid, una vez que el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Ciudad Real ha decidido archivar las diligencias llevadas a cabo en España por el caso y ha levantado el secreto de sumario.

Según dijo el abogado, el informe confirma la muerte violenta del joven torero, aunque la ausencia de órganos fundamentales denominados "órganos diana" en la autopsia, en particular el encéfalo, ha impedido establecer la causa última de la muerte, aunque queda constatado, que sobre Reina Rincón se ejerció una "demencial violencia de gran intensidad", como muestran las numerosas fracturas que se describen en la autopsia realizada en España.

También destacó la presencia de dos piedras en la traquea del joven, circunstancia que no se da en las muertes por ahogamiento, o el hecho de que en la frente y en la parte del dorso de la nariz, se le arrancaran trozos de piel y le fueran sustituidos por piel de otras de personas, incluso de alguna mujer. El informe del Anatómico Forense reconoce que no se encuentra explicación, desde la perspectiva de los objetivos que se persiguen con una autopsia, para tales mutilaciones.

El abogado destacó también que la primera autopsia llevada a cabo en Lima recogía como conclusión final que, el cadáver presentaba "traumatismo en región cabeza" y como posible causa del mismo, un "objeto contundente". En este sentido, Benítez consideró un dato significativo que desde Perú, se pretendiera dar la versión del suicidio, postura que cambió luego cuando se solicitó la segunda autopsia en España, momento en que fueron detenidos tres miembros del Serenazgo -una especie de Policía Local de Miraflores, distrito donde ocurrió el suceso- y un Policía Nacional, presunto testigo de los hechos.

Por su parte, el padre del torero muerto reiteró la voluntad, pese a todas las dificultades que presenta el caso, de personarse ante la Justicia peruana para tratar de aclarar los hechos, a la vez que para pedir responsabilidades, tanto al alcalde de Lima, como a los dirigentes policiales.