L D (EFE) Según un comunicado de Cataluña Radio, el escritor ha afirmado en una entrevista en esta emisora que, para él, "el catalán, el valenciano y el balear son la misma lengua", pero que en la Biblioteca Nacional las obras están catalogadas por separado diferenciando catalán, balear y valenciano porque el Estatuto de Valencia reconoce el valenciano como una lengua.
Racionero ha subrayado que "estamos en un país con autonomías... Si hay un Estatuto que dice que el valenciano es una lengua se debe aceptar", y a continuación ha dicho que "si por ejemplo en Sevilla hicieran un Estatuto asegurando que se habla andaluz, quizás también se tendría que hacer" (separar los libros en castellano).
En relación con esta polémica, ha apuntado que "me duele enormemente porque me encuentro con una cosa de la que soy contrario y me la encuentro hecha. El trabajo es deshacer esto. Encima de dicen que quiero destruir la unidad de la lengua catalana. Si yo escribo en catalán y es mi lengua materna... Me duele muchísimo".
Según Cataluña Radio, el director de la Biblioteca Nacional ha admitido que podría esgrimir "criterios científicos" en contra de los actuales, pero cree que "todas estas cosas se politizan y esto está politizado. Lo tenemos que resolver, por tanto, políticamente".
El escritor catalán ha explicado que fue el PSOE en 1983 el que impuso esta clasificación, y ha añadido que le causa "sorpresa" que haya tardado 20 años en producirse la controversia. El escritor, que ha mostrado su intención de solucionar el problema, ha apuntado que es la ministra de Cultura, Pilar del Castillo, la que tiene la última palabra.
Racionero ha subrayado que "estamos en un país con autonomías... Si hay un Estatuto que dice que el valenciano es una lengua se debe aceptar", y a continuación ha dicho que "si por ejemplo en Sevilla hicieran un Estatuto asegurando que se habla andaluz, quizás también se tendría que hacer" (separar los libros en castellano).
En relación con esta polémica, ha apuntado que "me duele enormemente porque me encuentro con una cosa de la que soy contrario y me la encuentro hecha. El trabajo es deshacer esto. Encima de dicen que quiero destruir la unidad de la lengua catalana. Si yo escribo en catalán y es mi lengua materna... Me duele muchísimo".
Según Cataluña Radio, el director de la Biblioteca Nacional ha admitido que podría esgrimir "criterios científicos" en contra de los actuales, pero cree que "todas estas cosas se politizan y esto está politizado. Lo tenemos que resolver, por tanto, políticamente".
El escritor catalán ha explicado que fue el PSOE en 1983 el que impuso esta clasificación, y ha añadido que le causa "sorpresa" que haya tardado 20 años en producirse la controversia. El escritor, que ha mostrado su intención de solucionar el problema, ha apuntado que es la ministra de Cultura, Pilar del Castillo, la que tiene la última palabra.