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Más de la mitad de los alquileres no se declaran a Hacienda

El colectivo de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) estima que más de la mitad de los arrendamientos de viviendas localizados en España son alquileres sumergidos que escapan del control del Fisco.

nosenada dijo el día 27 de Noviembre de 2009 a las 12:17:

Que me corrija alguien si estoy en un error: El Fisco cobra cuatro veces por lo mismo: Cuando, por desgracia me quedé huérfana de padre, tuve que pagar "Derechos reales" para heredarle. Cuando, años despues, con parte de esa herencia (y no cuento lo que por medio me cobraron) me compré una casa en la playa, pagué"Derechos de trasmisión", plusvalía y no se si algo más. A partir de entonces, todos los años hasta el pasado pagué un impuesto sobre ese patrimonio, además del IBI, y, aunque no lo tengo arrendado se me computa una "renta"en le correspondiente declaración a Hacienda, de la que no puedo deducir ningún gasto de mantenimiento -y existen igualmente- porque, precisamente, no está arrendada... No es esto cobrar si o si?Y para que luego se lo gasten en y como se lo gastan...como "no es de nadie"!

Montsean dijo el día 27 de Noviembre de 2009 a las 00:52:

No, amigo Presocra, y te voy a decir por qué no es así: en una familia, en una casa "normal" como supongo será la tuya y la mía, ajustamos nuestros gastos a nuestros ingresos, incluso si pedimos un crédito para gastar en un momento más de lo que tenemos, ahorrando de nuestros ingresos futuros. Aunque quisiéramos gastar más (a mí me gustaría hacer todos los años un viaje alrededor del mundo en buenos hoteles y volando en clase club) no podemos hacerlo porque carecemos de ingresos suficientes. A lo sumo podemos trabajar más para ingresar más dinero.
El Estado hace lo contrario: ajusta caprichosamente su nivel de ingresos a los gastos que desea hacer. Si ve que con los ingresos, nacidos de los impuestos, no tiene suficiente para sus gastos pevistos, como tiene el poder, eleva la presión fiscal para ingresar más (muchas veces, además de avaricioso, es tan incompetente que no se da cuenta de que subiendo la presión fiscal ingresa menos porque hace que aumente el fraude o la opacidad fiscal o, simplemente, porque destruye riqueza, negocios, empresas, puestos de trabajo, con lo que disminuye la capacidad del contribuyente). Y la presión fiscal la aumenta, bien elevando el porcentaje de lo que detrae de los bolsillos de los ciudadanos o empresas (por ejemplo, subiendo el tipo del IVA, como se dispone a hacer, o el del IRPF), bien introduciendo conceptos nuevos o hechos imponibles nuevos (por ejemplo las rentas del alquiler de vivienda, que no siempre estuvieron gravadas), bien disminuyendo las deducciones o las desgravaciones o las exenciones (como también se dispone a hacer con las de adquisición de vivienda habitual), bien tundiéndonos a multas, bien..., etc., etc... Esa libertad que el Estado tiene para subir la presión fiscal cuando le da la gana, lo que hace es que disfrace de necesidades sus caprichos, malgaste lo que recauda y entre en una espiral de gasto y gasto y gasto, que lo que consigo arrastra es más impuestos y más impuestos y más impuestos para pagar sus caprichos y sus dispendios innecesarios. ¡Ojalá pudiéramos todos hacer lo mismo!: ¿Que me apetece regalarme unas vacaciones por todo lo alto? Muy sencillo: le ordeno a mi empresa que me suba el sueldo. ¿Que me apetece tirar al desguace mi Mercedes porque ya tiene 50.000 kilómetros y lo encuentro gastado y viejo? Muy sencillo: le ordeno a mi empresa que me pague más por mi trabajo... Lo malo es que eso sólo lo puede hacer el Estado porque tiene la fuerza. Nosotros, los humildes ciudadanos no podemos hacerlo: a pagar y a callar. Y si procuramos esconder NUESTRO dinero para que el Estado no nos lo robe para satisfacer sus absurdos caprichos, nos llaman defraudadores, ellos, los auténticos ladrones: las perdices disparando contra los cazadores.

ellute dijo el día 26 de Noviembre de 2009 a las 22:55:

Los políticos de cuarta que nos ha tocado la desdicha de padecer, en su insuperable estupidez, no alcanzan a darse cuenta que cada dia el hombre de a pie, procura con mayor interés, "esquivar" al toro del Fisco, dicho sea en términos taurinos. Y es que este hombre de a pie, ve con sus ojitos el despilfarro, el derroche y la "mangancia" que políticachos e instituciones hacen del dinero que sale de las costillas del sufrido y puteado español. Eso de "hacienda semos tos" sería antes, ahora que pague el que no tenga más remedio. Y eso es lo que se consigue, cuando el tendero, el carpintero y el empleado de banca por poner algunos supuestos, ven como se destinan, por parte del desgobierno de turno, millones de euros para ONG,s. sindicatos, partidos políticos, autonosuyas, traductores ¡¡¡para el congreso español¡¡¡, alguna que otra "limosnita" para este o aquel dictador de raza negra, el sultan de Marruecos, la Alianza..... o pagar piratas. Pues por eso y otras cosas más , "hacienda no semos tos".

Presocra dijo el día 26 de Noviembre de 2009 a las 22:35:

Es bueno tu razonamiento, Montse, pero el sistema más justo de impuestos es aquel que cobra, "fiscaliza" proporcionalmente a las rentas obtenidas por el contribuyente, sean éstas de su trabajo o de su capital.

Montsean dijo el día 26 de Noviembre de 2009 a las 19:45:

Independientemente de las opiniones sobre si la presión fiscal sobre un determinado bien, servicio o actividad es alta o baja, en el caso de los alquileres de viviendas, en que la intervención del Estado es inexistente, pues ni pone el bien, ni lo revisa o inspecciona ni interviene para nada en su producción, desarrollo, etc., etc., yo me pregunto: ¿y por qué tiene el Estado que cobrar o recibir un impuesto por ello? Puede parecer lógico que si se aprovecha la existencia del Estado para el desenvolvimiento de cualquier actividad en que dicho Estado "pone algo de su parte", por ejemplo la carretera para transportar el bien de un sitio a otro, tenga un hipotético derecho a recibir una contraprestación mayor o menor según sea su intervención en el negocio de mayor o menor importancia para la realización o facilitación de la actividad sometida a impuesto. Ahora bien, si el Estado NO HACE ABSOLUTAMENTE NADA para el nacimiento desarrollo o existencia de tal actividad ¿por qué va a tener que cobrar por ella? ¿por qué va a estar obligado, bien el arrendador, bien el arrendatario, a pagarle algo al Estado si el Estado "no ha hecho nada" que pueda influir en tal actividad? La respuesta es muy clara: porque tiene el poder de hacerlo y de fiscalizarla (en el sentido de intervenir como Fisco cobrando por un trabajo que no ha realizado). Es como las bandas mafiosas de protección a los negocios y establecimientos: no los protegen de ningún evento que puedan sufrir, sino que se limitan a cobrar o, de lo contrario, te destrozan el negocio o te abren la cabeza. Pues en los alquileres de los pisos, lo mismo (aunque sin violencia física): o me pagas, aunque yo no haya hecho nada para que tú pongas tu piso en alquiler y, de paso, soluciones un problema de vivienda que yo como Estado no puedo o no quiero resolver, o, de lo contrario, te pongo una multa y un recargo por no declarar ese ingreso en cuya obtención no he tenido arte ni parte. En eso (y en muchas otras cosas) es Estado obra como una mafia.
Pues yo les digo: si gracias al Estado yo hubiera tenido algún beneficio o facilidad para alquilar mi piso, pagaría; como no es así, mi dinero es mío, los deterioros de mi piso me los arreglo yo (el Estado, ni aunque se lo pida) y el dinero que honradamente recibo de mis inquilinos es mío y no tengo por qué compartirlo con ningún abusón... Que, además, si un día recurro a él porque mi inquilino no me paga, encima me pone mil dificultades y "barre" siempre a favor del incumplidor. Y si, encima, me Okupan la casa, favorece al okupa en lugar de al expoliado. ¡Que les den!