En los tiempos que corren y en este país, otrora orgullosamente llamado España y ahora desgobernado por el innombrable Presidente del Desgobierno que tenemos, la primera obligación del ciudadano es la de evitar pagar impuestos.
Me explico: si el gobierno (o las comunidades autónomas, o los ayuntamientos) organizaran su hacienda como lo hacemos los ciudadanos sensatos y honrados, no haría este llamamiento a la rebeldía fiscal. Yo, y como yo , muchos, amoldamos nuestros gastos a nuestro nivel de ingresos porque sabemos que si gastamos más de lo que ganamos vamos a la bancarrota y arrastramos a ella a nuestra familia. Si prevemos un gasto extraordinario e importante, como la compra de una vivienda, hacemos nuestras cuentas y pedimos un crédito adaptado a nuestra capacidad de ahorro y seguidamente reducimos nuestros gastos corrientes para poder devolver el préstamo con sus intereses.
El Estado se comporta de manera totalmente opuesta: cuando estima que necesita gastar más (y no hablemos del motivo o finalidad del gasto, muchas veces innecesario, abusivo, estúpido --se nos ocurrirían mil adjetivos, todos pertinentes-- cuando no directamente merecedor de estar incluido en el catálogo de delitos penales) le detrae el dinero a los contribuyentes (nunca nos lo pide: simplemente nos lo quita a la fuerza). Y si le da la real gana, endeuda a los contribuyentes actuales y futuros por el tiempo que le salga de sus caprichos.
Pues bien: aceptaré esa forma de obrar cuando a mí se me permita hacer lo mismo. Por ejemplo, si un día determino que es totalmente imprescindible para mi realización personal o la de mi familia (decisión que yo tomaré democráticamente reuniéndome conmigo mismo o con mi cónyuge) hacer un viaje a las islas del Pacífico Sur en clase preferente y, como yo y mi familia nos meecemos, el hoteles de cinco o más estrellas, o si estimo necesario comprarme el coche que yo merezco, nunca inferior a los 100.000 €, simplemente dirigiré una comunicación perentoria a mi empresa o al ministerio que me paga ordenándole, sin posibilidad de discrepancia, que me suba el sueldo en lo que mi mesma mesmedad estime necesario. Y punto.
Mientras a mí no se me permita hacer lo que el Estado abusivamente hace conmigo, pagaré mis impuestos cuando no tenga más remedio. Si puedo evitar pagarlos, lo evitaré.
Y, desde luego, con la conciencia bien tranquila, en la consciente creencia de que no estoy robando a nadie y, en cualquier caso, estaría robando a un ladrón.
Ja,
Ja,
Ja.
como bien se dice por este foro, hasta un niño de primaria sabe que las operaciones fraudulentas no se realizan en los bancos.
Lo que se deberia de hacer es cortsar las manos al Gobierno para que deje de meterlas en la CAJA. ¡YA ESTÁ BIEN!
Los defraudadores -en su mayoría Políticos o apoyados por ellos- tiemblan ante esta medida. Las operaciones fraudulentas y de blanqueo no pasan por las cuentas bancarias -eso lo sabe hasta un niño de Primaria- y bien pudieran dedicarse a otros menesteres como la investigación de los "locutorios" que han proliferado como hongos y en donde el blanqueo y tráfico de divisas esta a la órden del día -los clientes ponen las ódenes en Euros y al destinatario se le paga en moneda de su País- la adquisición de bienes suntuarios por personas o sociedades prácticamente insolventes y que nada declaran a Hacienda y tantas otras medidas de sentido común que se debieran poner en práctica para atajar el fraude en serio. Pueden empezar los Inspectores de Hacienda con un personaje como Manuel Chaves cuyas declaraciones de bienes y patrimonio son una verdadera tomadura de pelo para el Ciudadano que paga religiosamente sus Impuestos.
Ya consideran 3.000 euros operaciones de riesgo. Como sigan 4 años más en el poder la cifra bajará hasta 300. Al final no habrán empresarios ni profesionales porque lo que paguen en impuestos superará ampliamente los beneficios.
Además, en todas las operaciones referidas a bienes inmuebles los notarios deberán identificar "claramente" las formas de pago empleadas: dinero en metálico, transferencia, domiciliación, cheques u otros instrumentos de giro, tras la modificación del Reglamento de la Organización y Régimen del Notariado.
Supongo que en el parrafo anterior, deben referirse a los politicos, los cuales gozan de grandes casas,chalets,palacetes y demás ....aparte que gastan más de 3000 euros,los van a investigar tambien hacienda, o en verdad la propaganda emitida por la televisión"hacienda somos todos" y "contra el fraude fiscal"...nó les afecta por ser politicos, será interesante
comprobar sus actuaciones.
Yo creía que esto ya ocurría desde antes del 2002.
Je, je, je. Otra medida ineficaz... ¿pero no ven que los Inspectores de Hacienda ante todo son ¡¡¡Funcionarios!!!, o sea, gente que no funciona. Así va España. Mientras tanto, la economía sumergida, cada vez es más descarada. Esto me recuerda a los negros que venden CDs piratas en Gijón. La pareja de la policía municipal se acerca lentamente por la calle Corrida, ellos les ven, y recogen lentamente su mercancia... no sé porqué, saben que ni les van a perseguir, ni les van a identificar... nada de nada, sólo se dejan ver. No actúan. Así con Hacienda. Saben que hay economía sumergida, pero no la persiguen, puesto que al gobierno le interesa que los parados y los que no lo son, actúen de esa manera para que no se solivianten. Eso sí, cada vez seremos más los autónomos que declaremos menos beneficios, puesto que esa economía "permitida", nos hace una gran competencia desleal... así es que ya sabes: si el gobierno no nos defiende, defiéndete tú. ¡No pagues impuestos!. El Gobierno no te perseguirá.