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Conozca la nueva figura del trabajador autónomo dependiente

La Cámara de Madrid ha organizado una jornada informativa sobre esta nueva figura en expansión, el autónomo dependiente. Se ha convertido en una de las formas más habituales de autoempleo y se calcula que en España existen más de 200.000.

El 99% de las empresas madrileñas son pequeñas o medianas, y casi un 94% son microempresas de menos de 10 trabajadores. De estas últimas, el 59% no cuenta con ningún asalariado, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Las cifras son igualmente elevadas en el resto del territorio español y no es previsible que varíen sustancialmente en los próximos años.

Esto se traduce en unas 390.000 personas dadas de alta en el régimen especial de trabajadores autónomos en la Comunidad de Madrid, que suponen el 13% del total nacional. Esta cifra incluye a los empresarios individuales, a los hoy llamados autónomos económicamente dependientes, a los profesionales y a los autónomos societarios, con varios grupos de personas con perfiles, intereses y necesidades diversas.

Sus rasgos comunes son que ejercen un trabajo personal vinculado a un proyecto de reducida dimensión económica y sustentado con los propios recursos.

La Cámara de Comercio de Madrid ha organizado una jornada sobre “El Estatuto del Trabajo Autónomo. Regulación específica del trabajador autónomo económicamente dependiente”, para explicar las similitudes y diferencias entre los autónomos tradicionales y esta nueva figura, así como facilitar información sobre las singularidades del contrato del trabajador autónomo económicamente dependiente.

En la jornada han intervenido la directora de Promoción Empresarial de la Cámara, Mariola Olivera; el catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad Carlos III, Jesús Mercader; y la letrada de la Asesoría Jurídica de la Cámara Ana Ballester.

El Estatuto del Trabajo Autónomo de 2007 tenía una doble intención. De un lado, se buscó unificar la regulación que afectaba a estos profesionales y que estaba recogida en normas dispersas. A la vez, se quisieron reconocer sus particulares necesidades de protección social y, en especial, de lo que el Estatuto denominó “autónomo económicamente dependiente”.

Este grupo, fuertemente vinculado a un solo cliente principal, es el más cercano a los trabajadores por cuenta ajena, sin llegar a tener las características de estos, por lo que constituye el subgrupo más “débil” dentro del colectivo de autónomos.

En febrero de 2009 se aprobó el Real Decreto que desarrolla el Estatuto en materia de contrato del trabajador autónomo económicamente dependiente, que ha definido detalladamente las características del contrato de este tipo de trabajadores, especificando su contenido mínimo. También señala que estos contratos deben de registrarse en el Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE).

En síntesis, el “trabajador autónomo económicamente dependiente” es aquél que realiza una actividad económica o profesional y de forma habitual, personal, directa y predominante para un cliente principal que debe suponer, al menos, el 75% de sus ingresos. Para poder realizar el contrato, el trabajador que se considere autónomo económicamente dependiente, tiene que comunicar al cliente su condición. Además, como trabajador autónomo no le resulta de aplicación la legislación laboral.

Mientras que el trabajador autónomo presta sus servicios profesionales a varios particulares o empresas, los trabajadores autónomos económicamente dependientes llevan a cabo su actividad para un reducido número de compañías, o una única, en la mayoría de las ocasiones. Es decir, que realizan su actividad en condiciones muy similares a un asalariado.

Por ejemplo, los transportistas propietarios de un vehículo provisto de autorización administrativa para realizar la actividad, el contrato de agencia mercantil, el “teletrabajo” o el colaborador en el sector de los medios de comunicación.

Se trata de una figura surgida de la externalización y la subcontratación de actividades no estratégicas para las empresas y se ha convertido en una de las formas más habituales de autoempleo. Se calcula que en la actualidad hay más de 200.000 trabajadores autónomos económicamente dependientes en toda España.

“Desde la Cámara, entendemos que nuestra sociedad tiene que reconocer el esfuerzo de los autónomos y apoyarles. La coyuntura económica desfavorable incide de manera directa sobre los autónomos, que son a la vez punta de lanza de nuestro desarrollo y eslabón en nuestro sistema de protección social”, afirma la directora de Promoción Empresarial de la Cámara de Madrid, Mariola Olivera.

De hecho, según una encuesta hecha pública por ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos) el pasado mes de mayo, el 89,2% de los autónomos se ve afectado directamente por la crisis y un 82,6% manifiesta que sus ingresos han disminuido sensiblemente. Para el 57,6 de los autónomos esa caída de la cifra de negocio es del 30% o superior Y aunque uno de cada cuatro autónomos necesita contratar personal, al 70% le resulta imposible por razones económicas.

Apoyos de la Cámara

En línea con esta situación, la Cámara está desarrollando diferentes acciones que permitan a los autónomos mejorar su competitividad, crecer y seguir ganando cuotas de mercado. Por un lado, respaldando su incorporación al mundo de las nuevas tecnologías con diferentes programas, como el de Asesoramiento Tecnológico al empresario madrileño, que identifica las necesidades tecnológicas de las pymes a través de un diagnóstico personalizado.

Otra labor importante es el Programa de Ayudas a las pymes comerciales y de hostelería, enmarcadas dentro del Plan FICOH de la Comunidad de Madrid, que persigue la modernización de los establecimientos de las pequeñas y medianas empresas de comercio minorista, hostelería y servicios complementarios de la región, que en su mayoría están regentadas por autónomos.

La Cámara ha facilitado ayudas dentro del Plan FICOH por una cuantía de 6’4 millones de euros a 1.483 proyectos, lo que ha generado una inversión de 14’5 millones de euros en Madrid. A esto, se añade la gestión de la ayuda de promoción de empleo autónomo, asumida recientemente por la Cámara.

La Cámara también ha firmado recientemente acuerdos con diversos bancos y cajas de ahorro, para facilitar financiación en condiciones preferentes para pymes y autónomos, sobre todo en coyunturas como la actual, en la que se ha endurecido el acceso al mercado de dinero. La Cámara tiene acuerdos que le permiten ofrecer más de 7.000 millones de euros.

La directora de Promoción Empresarial de la Cámara también destaca “el asesoramiento personalizado y gratuito a emprendedores y empresarios, que cubre desde la elaboración del plan de viabilidad hasta las formas jurídicas y los trámites administrativos para poner en marcha un negocio, así como las obligaciones laborales, fiscales y contables que asume el empresario una vez puesto en marcha”.

La Cámara presta muchos de estos servicios de forma online a través de su web (www.camaramadrid.es). Aquí se facilitan herramientas para el autodiagnóstico (a fin de evaluar la coherencia de un proyecto y valorar el grado de madurez de la idea de negocio) e incluso el acceso al asesoramiento personalizado sin tener que desplazarse a la Cámara de Comercio.

Manual del empresario autónomo

La Cámara también tiene disponible en su página web la publicación gratuita “Manual del empresario autónomo”, realizada por la entidad en colaboración con CEIM (Confederación Empresarial de Madrid-CEOE) y con Imade (Instituto Madrileño de Desarrollo).

El “Manual del empresario autónomo” tiene el doble objetivo de incentivar el espíritu emprendedor y de servir de guía para que los nuevos empresarios y los autónomos dispongan de información óptima para desarrollar sus proyectos con más eficacia y seguridad.

Por ello, se ha estructurado para guiar a los emprendedores y empresarios autónomos y atender sus dudas y necesidades para culminar una idea de negocio, desde que se perfila como un proyecto empresarial hasta que por fin se planifica la estrategia para su gestión.

La obra aborda también cuestiones de organización empresarial para consolidar el negocio y las estrategias de futuro para que el emprendedor y el autónomo dirijan sus pasos hacia la expansión de su proyecto.

El “Manual” se estructura en dos grandes bloques: el primero está orientado a las personas que comienzan su actividad, recogiendo información clave que gira en torno al tema de cómo emprender. El segundo está planteado para aquellos empresarios que ya están consolidando su actividad, con información relevante sobre planificación, dirección y gestión de su empresa.

Cada uno de los capítulos aporta información práctica sobre los aspectos fundamentales que se tratan, y se proporcionan ejemplos de cada una de las situaciones a las que puede enfrentarse la empresa. Al final de cada capítulo se aporta bibliografía especializada, así como enlaces web a sitios de Internet de interés para ampliar la información.

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