Pues lo que yo agregaría es que hoy por hoy NINGUN BANCO me merece crédito alguno para tener mis pocos y escuálidos dineros. Si la cosa se va al carajo, serán los primeros en retenernos lo nuestro tipo corralito argentino.
Por si acaso, el dinero en metálico. Pagos por caja de recibos. Y los pagos al Estado, Autonomía, Provincia o Municipio todos aplazados a solicitud y contra la denegación, recurso. Mientras, la pasta la maneja un servidor hasta que la cosa amaine. Aunque luego tenga que pagar unos pequeños intereses.
Supervivencia urbana pura y dura ante una crisis financiera total. Y no lo digo yo, lean algunas páginas especializadas al respecto.
Mucho me temo que ha llegado la hora del sálvese quien pueda.
Yo agregaría que se debe tener en cuenta una importante distinción:
Los bancos no dan créditos sino préstamos. El crédito lo aporta el cliente.
Si entra en un banco una persona con crédito, en la que se puede creer, el banco le concederá un préstamo. Si quien entra no tiene crédito, no verá un duro. Por ello, es deber del cliente cultivar el crédito con el que entre al banco.
Un saludo.
A mi se me ocurren otros métodos . . .