Andalucía no logra colocar deuda a corto plazo en el mercado

Aunque El País atribuye a la crisis financierael hecho alarmante de que 33 de las 50 subastas celebradas para colocar estos pagarés quedaran desiertas, la situación atrasada de la economía andaluza, su dependencia del "ladrillo" , la obesidad de su Administración y el efecto degradador de algunas cajas de ahorro sobre la confianza, hayan influido en este fracaso. Para colmo, la subida del interés de las Letras del Tesoro emitidas por un gobierno Zapatero sin credibilidad, compiten con los pagarés andaluces.

Cuenta el mismo diario que "dos de las últimas tres emisiones de pagarés de deuda pública de la Junta de Andalucía han quedado desiertas por falta de ofertas de las entidades financieras. Las subastas convocadas el 8 de junio y el 11 de mayo quedaron desiertas en su totalidad, mientras que en la convocatoria del 25 de mayo se colocaron cuatro millones en pagarés a tres meses y cinco millones a 12 meses.

La Junta insiste en que la situación no es privativa de Andalucía, sino que afecta a las administraciones públicas en general debido a la crisis de los mercados inversionistas, pero desde enero a junio se han celebrado 50 subastas de pagarés de deuda a corto plazo de la Junta (10 convocatorias con emisiones a cinco plazos distintos en cada una de ellas), de las que 33 han quedado desiertas. En total, sólo se han colocado algo más de 190 millones de euros.

Pero el año pasado no pasaba esto. De las 55 emisiones realizadas entre el 13 de enero y el 9 de junio de 2009, sólo 13 quedaron desiertas. En total, se vendieron pagarés por un montante total de 246,9 millones de euros, un 22% más que lo vendido este año.

Según la Consejería de Hacienda y Administración Pública, el encarecimiento de las letras del Tesoro, esto es, la deriva al alza de los intereses de las Letras puestas en circulación por Zapatero y su Gobierno, cada vez más desacreditado, están perjudicando a Andalucía y a otras Comunidades.

La mano derecha de Griñán, la consejera de Economía de la Junta de Andalucía, Carmen Martínez Aguayo, lo explica de este modo: "El encarecimiento de los activos a corto plazo ha provocado que los inversores hayan optado por no participar en las subastas de pagarés, tanto de la Junta como del resto de emisiones, o que hayan decidido trasladar ese sobreprecio a sus ofertas, exigiendo más rentabilidad".

Con todo, la Administración autonómica puntualiza que la situación afecta particularmente al programa de pagarés, pero no a otros instrumentos financieros, de forma que la Junta "ha conseguido cubrir los objetivos de financiación a largo plazo previstos para el primer semestre del año". La consejería destaca que en febrero se realizó la mayor emisión de deuda pública colocada hasta ahora por una comunidad autónoma en un mismo tramo, 900 millones de euros. La emisión fue adquirida por 80 inversores de 10 países diferentes, que apenas tardaron cuatro horas en suscribirla.

Dos programas para colocar deuda

Son los bonos y obligaciones y los pagarés. Los primeros ponen valores a medio y largo plazo (tres, cinco y 10 años) y se emiten de forma regular en subastas previstas en un calendario (seis anuales) o en emisiones a medida como la mencionada de los 900 millones de euros.

Los pagarés en cambio son emisiones a corto plazo, a tres, seis, nueve, 12 y 18 meses para los que se convocan subastas quincenales. Ha habido ejercicios en los que en algunas de las subastas las ofertas han llegado a quintuplicar el valor adjudicado por la Junta.

El hecho de que las dificultades de colocar los pagarés afecte a todas las administraciones públicas por igual y que las obligaciones a largo plazo si hayan tenido éxito hasta ahora, hace que la Junta reste importancia a los problemas en las últimas subastas de pagarés. concluye El País.