(Libertad Digital) La Policía se tomó en serio la posibilidad de que el coche situado en la confluencia de las calles Alcalá y Rufino González contuviera artefactos explosivos tras consultar con los propietarios del vehículo para confirmar si eran de ellos dos mochilas que podían observarse en el interior del vehículo, según informaron a Europa Press en fuentes policiales. Las mismas fuentes indicaron que la Policía tuvo conocimiento de que el diario Gara había recibido sobre las 8,45 de la mañana una llamada indicando que a las 9,30 iba a estallar un coche bomba en Madrid, en la calle Rufino González, por lo que se establecieron los dispositivos de seguridad pertinentes.
Cuando llegaron los primeros vehículos policiales comprobaron que había una furgoneta Renault Express que había sido robada la noche anterior, dentro de la cual, según Europa Press, había dos mochilas visibles. Inmediatamente localizaron a la propietaria del vehículo y le preguntaron si las mochilas eran suyas, y al decir ésta que no, acordonaron la zona y desalojaron a las personas del entorno.La furgoneta Renault fue robada por los terroristas en la localidad madrileña de San Lorenzo del Escorial y los etarras ni siquiera cambiaron la matrícula. Según informó en el Senado el ministro del Interior, José Antonio Alonso, los TEDAX estiman en una valoración inicial que el explosivo con el que fue cargado el coche oscila entre los 18 y 20 kilos. BOMBA-TRAMPA. A pesar de que la llamada a Gara avisaba que el coche iba a explotar a las 9,30, lo cierto es que lo hizo poco antes de esa hora y causó importantes desperfectos en la zona, en especial en un concesionario automovilístico (Opel) que se encontraba en las inmediaciones. Así, la explosión se produjo en pleno desalojo del contiguo Edificio Aragón, un inmueble en el que trabajan unas 200 personas, y que alberga concesionarios de automóviles de las marcas Opel y Land Rover, asi como sedes de la empresa de telemarketing Bouncopy, de Citibank y de Unisono Soluciones.
Una representante de CCOO en el comité de empresa de Unisono relató a Europa Press que pudieron ver desde la cuarta planta, minutos antes de la explosión, cómo la policía instalaba un cordón de seguridad en la calle, pero no lo atribuyeron a la posibilidad de un atentado terrorista. Poco después, una responsable de la compañía fue alertando planta por planta de la situación, advirtiendo de que "no se trataba de una broma", y explicando que el desalojo sería ordenado y planta por planta. Los empleados de los pisos primero y segundo pudieron salir a la calle. Cuando desalojaban los de los pisos superiores tuvo lugar la explotación, cuya onda expansiva empujo al interior del edificio a algunas personas que intentaban salir en ese momento. Al parecer, ningún trabajador del edificio resultó herido pero sí se produjeron crisis de ansiedad, según aseguraron a Europa Press las mismas fuentes.
HERIDOS. Los sanitarios de Samur-Protección Civil atendieron a un total de 52 personas en el hospital de campaña que instalaron en la zona donde esta mañana hizo explosión un coche bomba, según informó a Europa Press un portavoz del servicio municipal de emergencias. Poco antes de la una y media de la tarde se dio por finalizada la atención a las personas afectadas por la explosión y por las consecuencias de la onda expansiva y se levantó dicho hospital de campaña, que fue instalado nada más ocurrir el atentado terrorista y cuyos facultativos estuvieron trabajando con intensidad a lo largo de toda la mañana.De las 52 personas atendidas todas han sufrido lesiones de carácter leve y fueron dadas de alta en el lugar de los hechos, a excepción de seis de ellas, que fueron enviadas a distintos hospitales para ser sometidas a reconocimientos más completos por si pudieran tener otro tipo de daños físicos. Los seis heridos que recibieron atención en centros hospitalarios de la red sanitaria de la Comunidad de Madrid ya han sido dados de alta. El pronóstico de todos ellos era leve y han estado en observación hasta primera hora de la tarde, informaron en fuentes de la Consejería de Sanidad.
Uno de los heridos fue atendido en el Hospital 12 de Octubre -un hombre de 46 años-, que sufrió una herida inciso contusa en el cuero cabelludo, así como fractura de codo. Otro de los pacientes ha sido una mujer de 36 años que fue atendida en el Hospital de Fuenlabrada por un traumatismo acústico. Al Hospital Gregorio Marañón fueron trasladadas dos mujeres, una de ellas de 31 años, que fue atendida por lesiones leves y traumatismo acústico, y la otra, de 20 años, también con lesiones leves y cefalea. Por último, en el Hospital Ramón y Cajal fue asistida una mujer de 44 años con traumatismo acústico, y en el Hospital Príncipe de Asturias, una mujer de 38 años con el mismo diagnóstico.
Por otro lado, la explosión provocó desperfectos de importancia en el edificio junto al que estaba aparcada la furgoneta cargada de explosivos. En concreto, saltaron prácticamente todos los cristales de la primera planta, en la fachada contigua a la explosión, que provocó también que cayeran numerosas estructuras metálicas de revestimiento, que a mediodía permanecían en el suelo o colgando del edificio. El resto del total de cuatro plantas con que cuenta el edificio presentaban daños de menor importancia, si bien aparecían ennegrecidas por el humo y habían sufrido también la rotura de cristales.
