L D (EFE) Al cementerio acudieron unos 300 vecinos de la localidad y las autoridades municipales, además de los familiares, que manifestaron su indignación por el tratamiento informativo que ha recibido el caso en algún medio y pidieron respeto a su intimidad. Algunos de ellos aseguraron que Raquel Moreno, su marido y su bebé estaban con "normalidad" en su casa, en el 55 bajo B, en el momento de la explosión, y que la deflagración se produjo en el 57 bajo A.
Por su parte, el secretario general de los socialistas madrileños, Rafael Simancas, que visitó a los heridos ingresados en el Hospital de Getafe, aseguró que el inquilino de la vivienda donde se produjo el suceso le había relatado que la explosión tuvo lugar al encender un interruptor de la luz una de las personas a las que él estaba enseñando el piso y que al entrar en la vivienda "olía a gas". Simancas explicó que el inquilino del piso, que había recibido las llaves de su nueva vivienda a mediodía, unas diez horas antes de la explosión, decidió enseñar la que iba a ser su casa a unos cuantos amigos y se pasó a primera hora de la tarde para encender la calefacción. Cuando llegó por la noche, notó un "fuerte olor a gas" y se dirigió hacia la llave de paso del gas para cerrarla, pero entretanto una de sus amigas decidió encender la luz y fue en el momento en que apretó el interruptor cuando se produjo la explosión.
Por la tarde ha sido incinerado el cuerpo de María Carmen Sánchez, de 35 años, que también falleció por la explosión, mientras su hijo de 10 años es uno de los cinco heridos graves que siguen hospitalizados. El Ayuntamiento, que ha decretado tres días de luto, anunció que mantendrá su dispositivo de atención a los afectados durante el fin de semana y ha habilitado un punto de información con un psicólogo, un médico y un técnico de Consumo para asesorar sobre seguros y denuncias que pudieran realizar los vecinos.
El alcalde, Pedro Castro, explicó que "durante toda la noche se ha trabajado en el apuntalamiento del edificio más afectado" y que "se va recuperando la tranquilidad, dentro de la angustia vivida". Señaló que las familias desalojadas, 100 vecinos de las 42 viviendas de los números 55 y 57 de la calle Valencia, se encuentran realojadas en hoteles, residencias universitarias y con amigos y familiares.
Según los informes de los técnicos de Urbanismo, el edificio en el que se produjo la explosión puede ser reconstruido, dado que su estructura resistió el impacto, lo que no impedirá que los vecinos tarden una "larga temporada" en poder ocupar sus pisos, según dijo a Efe el concejal de Urbanismo de Getafe, Santos Vázquez. No obstante, el concejal indicó que la decisión de reconstruirlo depende de lo que decidan las compañías aseguradoras con los propietarios.
Por su parte, el secretario general de los socialistas madrileños, Rafael Simancas, que visitó a los heridos ingresados en el Hospital de Getafe, aseguró que el inquilino de la vivienda donde se produjo el suceso le había relatado que la explosión tuvo lugar al encender un interruptor de la luz una de las personas a las que él estaba enseñando el piso y que al entrar en la vivienda "olía a gas". Simancas explicó que el inquilino del piso, que había recibido las llaves de su nueva vivienda a mediodía, unas diez horas antes de la explosión, decidió enseñar la que iba a ser su casa a unos cuantos amigos y se pasó a primera hora de la tarde para encender la calefacción. Cuando llegó por la noche, notó un "fuerte olor a gas" y se dirigió hacia la llave de paso del gas para cerrarla, pero entretanto una de sus amigas decidió encender la luz y fue en el momento en que apretó el interruptor cuando se produjo la explosión.
Por la tarde ha sido incinerado el cuerpo de María Carmen Sánchez, de 35 años, que también falleció por la explosión, mientras su hijo de 10 años es uno de los cinco heridos graves que siguen hospitalizados. El Ayuntamiento, que ha decretado tres días de luto, anunció que mantendrá su dispositivo de atención a los afectados durante el fin de semana y ha habilitado un punto de información con un psicólogo, un médico y un técnico de Consumo para asesorar sobre seguros y denuncias que pudieran realizar los vecinos.
El alcalde, Pedro Castro, explicó que "durante toda la noche se ha trabajado en el apuntalamiento del edificio más afectado" y que "se va recuperando la tranquilidad, dentro de la angustia vivida". Señaló que las familias desalojadas, 100 vecinos de las 42 viviendas de los números 55 y 57 de la calle Valencia, se encuentran realojadas en hoteles, residencias universitarias y con amigos y familiares.
Según los informes de los técnicos de Urbanismo, el edificio en el que se produjo la explosión puede ser reconstruido, dado que su estructura resistió el impacto, lo que no impedirá que los vecinos tarden una "larga temporada" en poder ocupar sus pisos, según dijo a Efe el concejal de Urbanismo de Getafe, Santos Vázquez. No obstante, el concejal indicó que la decisión de reconstruirlo depende de lo que decidan las compañías aseguradoras con los propietarios.