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Carlos Semprún Maura

Culebrón sin fronteras

Hasta Sarkozy le exige que "tome sus responsabilidades y rinda cuentas", o sea, que dimita. Yo creía que la Sociéte Générale era una empresa privada y que esas cuestiones las decidía su consejo de administración.

No sólo los medios galos siguen hablando todos de los líos de la Sociéte Générale, también el presidente Sarkozy y su Gobierno. Lo nuevo, desde el lunes, es que se ha cambiado de "culpable" o "sospechoso principal". Si la semana pasada era Jeróme Kerviel, el broker que jugaba a la ruleta con las acciones y que perdió, hoy es el presidente de la entidad, Daniel Bouton, el principal acusado. Hasta Sarkozy le exige que "tome sus responsabilidades y rinda cuentas", o sea, que dimita. Yo creía que la Sociéte Générale era una empresa privada y que esas cuestiones las decidía su consejo de administración. De hecho, mientras escribo estas líneas, está reunido y puede que decida algún cambio en su dirección y su estrategia.

Jeróme Kerviel sigue imputado, pero en libertad. Reconoció haber realizado operaciones de compraventa, no siempre totalmente legales, pero alegó que todos hacían lo mismo. Además, aseguró que cuando ganaba fortunas para su banco lo felicitaban y cuando perdió lo acusaron de estafador y ladrón. François Fillon, el primer ministro, que no acostumbra a decir sandeces, ha metido la pata declarando rotundamente que el Gobierno no toleraría que un banco extranjero (alemán, por ejemplo, y viva Europa) se "comiera" un banco genuinamente francés. Mentira: el capitalismo y su sistema bancario son internacionales, y la Sociéte Générale también. Por otra parte, los rumores de OPA por parte de BNP-Paribas han "dopado" las acciones, que se habían hundido. Como ven, el capitalismo financiero es algo sencillísimo.

Ante las amenazas de tormentas económicas y financieras, George Brown, Angela Merkel, Nicolas Sarkozy, Durao Barroso y Romano Prodi (¿por qué, si ya no es nada?) se han reunido en Londres. Lo único seguro es que Merkel y Brown le han dado un portazo a Sarkozy y a su voluntad de "proteccionismo" europeo, afirmando que "había que actuar a favor de una economía mundial abierta", y "evitar las trampas del proteccionismo".

Me extraña que nadie, durante todas esas horas y más horas de debates sobre el capitalismo, financiero, mundial, de estado, sometido o libre, a nadie se le haya ocurrido ni siquiera aludir al fracaso rotundo, catastrófico e histórico de la "economía planificada socialista" (a la que muchos hacían implícitamente referencia como "solución") y a la conversión de los países comunistas al capitalismo, con los excelentes resultados económicos obtenidos, desde entonces, por Rusia, China, etc.

Hace semanas que todos los medios franceses informan y comentan las primarias electorales en los Estados Unidos con una peculiaridad: sólo hablan del Partido Demócrata, lo único que existe es el duelo entre Clinton y Obama. Ni una palabra sobre los republicanos en los medios franchutes y, sin embargo, el próximo noviembre pueden –digo bien: pueden– ganar.

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