¡Qué poco tiempo ha tenido que pasar para que se quede al descubierto toda la estrategia de Zapatero! Tanta demagogia, tanta manipulación, tanta simplicidad no se había visto en la vida política española en los últimos treinta años. Este martes conocíamos –en las páginas del diario El Mundo– que una fragata española ha estado casi tres meses formando parte de un grupo operativo de guerra de la Armada de los Estados Unidos en Irak. Un destino que, en sí mismo, sería natural y normal para un buque militar si el Ejercito en España fuera una institución orientada a la defensa nacional y la participación en conflictos internacionales. Pero ya se sabe que durante esta legislatura el Ejercito es oficialmente una ONG.
Por eso, el problema no es el destino de la fragata "Álvaro de Bazán". El problema es la propaganda barata, la palabrería facilona, el discurso antiamericano y la progresía de pacotilla que este gobierno está utilizando como única forma de hacer política. La guerra de Irak se ha convertido en ese argumento recurrente habitual de Zapatero para frenar el permanente desgaste que está sufriendo. Ya se sabe que este Gobierno intenta amortiguar su propia ineptitud con tres recetas: el Prestige, el Yak-42 y la guerra de Irak. Ahora, esta última historia ya no tiene más recorrido. Ellos mismos se han ahogado en sus propios embustes.
Es especialmente llamativo el extremo al que han llegado para intentar falsear la realidad. Zapatero hizo salir vergonzosamente a las tropas españolas de Irak ante la burla internacional; posteriormente realizó un llamamiento a otros países para que siguieran el mismo camino; ha utilizado sin límites la bandera del pacifismo trasnochado; ha insistido en que nunca habría soldados españoles en ninguna parte del mundo sin un mandato del Parlamento. El propio ministro de Defensa decía hace meses en el Congreso que la "Álvaro de Bazán" realizaba trabajos de prácticas. Todo un número.
En esta ocasión se han pasado de frenada. Han empleado tantas veces y de forma tan miserable la guerra de Irak que ahora Zapatero y Bono deberán explicar en el Congreso las razones de tanta mentira y de tanto choteo. Simplemente, están burlándose de los españoles. Tanta mezquindad política termina aflorando a borbotones. Queremos una explicación por respeto a los españoles. Especialmente, esta vez, por respeto a los españoles que les votaron.