Cuatro glorias de la televisión se enfrentan a diario en los noticiarios de televisión en la hora de mayor audiencia. A las nueve de la noche se libra una carrera en la que compiten Antena 3, TVE, Telecinco y Cuatro con primeras espadas que se juegan, además del dinero de la publicidad, el prestigio.
El que lleva la delantera es Matías Prats. Criado en TVE, es el que presenta el informativo más convencional, pero más efectivo. A pesar de que parece ser el que menos se mueve, para eso está la prudente jefa de informativos de la cadena, es uno de los capitales indiscutibles de Antena 3. Tiene una voz casi tan carismática y reconocible como la de su padre; es el profesional más valorado en las encuestas sobre figuras de la pequeña pantalla y da una sensación de seguridad, credibilidad y simpatía que difícilmente se pueden encontrar.
Le sigue, de momento, mientras se asienta el nuevo horario de Telecinco, que ha pasado de las 20.30 a las 21 horas, su amigo Lorenzo Milá. El gran fichaje de TVE, recuperado de EEUU como solución Caffarel, ha dejado su estilo “desencorbatado”, para presentar un telediario más acorde con lo que representa la política gubernamental en materia informativa.
El ascenso de la cadena pública en el último mes le está dando alguna alegría momentánea, pero hay que recordar que el telediario del mediodía, con menos ambiciones, estaba funcionando mejor, en términos de audiencia, que el de más relumbrón. Ya no puede ser el simpático amigo de los animales, sino el que mejor represente su papel de informador solvente.
Las verdaderas novedades de la temporada en las cadenas de cobertura nacional, que están haciendo de esta competición un “test” interesante para los telespectadores y analistas, es la llegada de Iñaki Gabilondo como santo y seña de Cuatro y la apuesta de Telecinco por Valentín, que ha ocupado el lugar que tuvo Angels Barceló, atascada y sin posibilidades de mejorar. El director de informativos de Telecinco ha decidido ir a por todas y medirse con sus contrincantes con un telediario en el que se intenta desmarcar de las noticias con imagen servidas por agencias, que es la plaga de la información audiovisual y, de paso, robarle algún espectador a Cuatro, que aparece como el beneficiario de la fuga de espectadores de Telecinco y de alguno de sus profesionales más famosos, como Jon Sistiaga.
Esta entrada valiente de Telecinco, pone en evidencia el estado, más que inseguro, de Iñaki Gabilondo. Aunque se puede entender que una cadena recién nacida no alcance cifras notables de audiencia, que Eva Hache tenga más éxito que Gabilondo, no deja de ser un dato. El que fue líder de la SER hace un informativo muy ideologizado en el que le fallan los recursos y el aplomo de los más entrenados como Matías Prats o Valentín. Tener un 5% de audiencia puede ser suficiente para las cuentas de Sogecable, pero su falta de desenvoltura ante la cámara, sus continuas repeticiones de palabras y conceptos, no ayudan a las expectativas que la cadena tenía puestas en él.
En todo caso, esta carrera de cuatro televisiones en el terreno informativo, que nunca podrán competir con el papel de la radio, es una noticia a seguir.