A la concejala cordobesa Ana Morales le parece un paraíso la mayor cárcel para periodistas del mundo. Según declaró al diario El Granma, “conocer a Cuba fue un regalo a nuestras perennes intenciones. No es lo mismo leerlo que palparlo. Nos dio una sana envidia. Allí vimos la seguridad que nosotros buscamos. Es una cultura que brinda felicidad y libertad de pensamiento. Una vida justa, con equidad, una población que tiene cubiertas sus principales necesidades. Allí un niño de 10 años te puede dar 100 vueltas. Ese es el socialismo real”.
A pesar de la “seguridad”, la “cultura” y la “felicidad” que según Morales ofrece la tiranía castrista, 31 cubanos acaban de desaparecer en el mar intentado escapar del edén que tanto envidia la concejala de Izquierda Unida. Los balseros que huían de Fidel Castro soñaban con alcanzar las costas de un país que según la concejala cordobesa se sirve del “terrorismo de estado y fomenta el odio”. Las víctimas de Castro no coinciden con la joven comunista española, y a ésta le importa un bledo que mueran o no huyendo de un régimen que después de más de 46 años de robolución sólo puede ofrecerles miseria, patrañas y terror.
Gracias a una subvención municipal de 12.000 euros, Morales –junto a otros 16 jóvenes– viajó a Venezuela para asistir a lo que calificaron como Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. A su término, se aprobó una declaración en la que los asistentes expresaban su “solidaridad” con los jóvenes marroquíes que en Ceuta y Melilla sufren la “ocupación española”. No otra cosa podía esperarse de un engendro que se celebró bajó las órdenes directas del compadre del líder que tanto admira la señorita Morales.
Rosa Aguilar está de vacaciones, pero suponemos que cuando regrese algo tendrá que decir sobre el viaje de su concejala y los 12.000 euros que se pusieron al servicio de los enemigos de España y de la libertad. Lo que no podrá es mostrarse sorprendida, los españoles que como Morales admiran a la tiranía castrista sueñan con destruir aquí todo lo que destruyó su Máximo Líder en Cuba. Odian la propiedad privada, pero no dudan en recurrir a fondos públicos para financiar sus vacaciones y ya de paso dejarnos a todos en ridículo.