Juan José Ibarretxe ha sido investido presunto lehendakari de todos los vascos con los dos votos del Partido Comunista de las Tierras Vascas gracias a la no ejecución de la legalidad por parte del Fiscal General del Estado y de su mentor, el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Todo ha transcurrido según lo previsto.
Hoy se ha producido el revelado de aquella negra foto de La Moncloa que puso de manifiesto la existencia de entrevistas secretas entre el jefe del Ejecutivo y el PNV tras otros encuentros en el palacio presidencial con su socio Carod Rovira, uno de ellos durante cuatro horas, para hablar del proceso de rendición a ETA. Perpiñán y Anoeta han conseguido que el PSE por órdenes de Zapatero asuma los planteamientos de los terroristas y que Ibarretxe aupado por tercera vez a Ajuria Enea, se convierta en su ejecutor.
En las próximas jornadas nacerá el Gobierno de la ilegalidad en la legistatura de ETA y lo más probable es que la banda, más poderosa que nunca, empiece a cobrarse la pieza. Es sólo el inicio. Luego llegará la toma de las Diputaciones y de los Ayuntamientos por la vía de los hechos consumados. Mientras Pernando Barrena de Batasuna ETA explica en rueda de prensa los dos votos del PCTV al lehendakari, Cándido Conde Pumpido incumple su mandato de velar por la legalidad del Estado de Derecho y no se da por enterado de la prolongación de BatasunaETA metamorfoseada en el parlamento vasco.
Ahora toca que Otegui, jefe de la ilegalizada formación terrorista y procesado por pertenencia a banda armada, lidere el Gobierno con un Plan Ibarretxe que no ha muerto sino que resurge cargado de plomo bajo la cínica y repugnante denominación de Plan Integral para la Paz y la Reconciliación.