ETA ha sacado un comunicado en Gara. Un rebuzno. No podía ser de otro modo. No tenía otro modo de decir que seguirá matando, asesinando y aterrorizando a quien no se allane a sus pretensiones secesionistas. La muerte es todo para el asesino. La Asociación de Víctimas del Terrorismo, junto a todos los que estuvieron de acuerdo con la manifestación del 4 de junio, ya se lo había advertido al Gobierno: “Nada con los asesinos”, sencillamente, porque son sólo asesinos de ETA. No obstante, el Gobierno de RZ esperaba una señal civilizada de ETA. El Gobierno esperaba un imposible para seguir engañándose y engañándonos a todos los españoles. El Gobierno, en fin, creía que se nos puede engañar como si fuéramos trincones,”intelectuales” sin escrúpulos, periodistas al servicio del poderoso o, algo peor, bodoques dispuestos a banalizar el asesinato por una “utópica paz” diseñada por ERC y ETA en Perpiñán. ¡Demasiado!
El comunicado de ETA no sólo carece de voluntad alguna de negociación o diálogo, sino que persiste amenazadoramente en que ETA seguirá matando sin cesar, a esto le llaman ellos “lucha”, hasta alcanzar “nuevas oportunidades” para la autodeterminación, pues gracias al terror vienen a decir el PSOE y el resto de los grupos del Parlamento que, excepto el PP, han firmado la defunción del Pacto Antiterrorista. El terror, pues, le ha ganado una batalla a RZ, porque éste ha roto el pacto con el PP que pretendía combatirlo. Al terror, pues, no se puede renunciar para “negociar” con RZ, quien, según los terroristas, “ha dado paso que nos han recordado los tiempos más oscuros de González. Por encima de los talantes, de los seudo-movimientos y de las apariencias, el PSOE no ha estado ni un minuto sin aplicar esa estrategia” policial.
Si teniendo en cuentas estas palabras RZ no urge inmediatamente a rehacer el Pacto Antiterrorista, estamos ante un suicida. Urge rehacerlo o esto será una catástrofe. Si después de este comunicado, donde ETA reivindica los nueve atentados terroristas perpetrados durante los meses de mayo y junio, entre ellos el del Valle de los Caídos que el Gobierno no se lo había atribuido a nadie, RZ ve alguna voluntad en la banda terrorista de abandonar las armas definitiva, o parcialmente a través de una tregua, que pudiera conducir a una “negociación” para acabar con el terrorismo, entonces no estaríamos hablando de la banalidad del mal de nuestro Gobierno, o sea, de cómo la acción estulta de unos gobernantes pudiera acabar en una maldad, sino que estaríamos hablando de malvados con un único objetivo: perpetuarse en el poder utilizando el dolor de las víctimas, el miedo de los ciudadanos y, sobre todo, experimentando con los criminales para conseguir más votos en las próximas elecciones, que pudiera darle la legitimidad de la que carecen.