La izquierda que nos manda –no incurriremos en la calumnia de decir que nos gobierna– es sectaria, dictatorial, analfabeta funcional y enemiga de la libertad de comercio. Pero es que Zapatero ha extraído de los pliegues geológicos del más profundo estalinismo español, el del 34 y el 36, un discurso político y unos personajes que incluso en La Habana del Iberosaurio resultarían sospechosos por su excesivo entusiasmo represivo. La “doctrina Pumpido” sobre la detención preventiva de cualquier persona en “actitud vociferante” es el marco jurídico de referencia de este ejército de comisarios progres que, si nos dejamos, va a convertir los escombros de España en un homenaje perpetuo al Che Guevara y al Doctor Negrín.
Los Bardem en general y la matriarca del clan en particular han hecho en estos últimos años aportaciones inestimables a la deriva totalitaria de la izquierda española. Si la doctrina Pumpido se aplicara de forma universal, Javier sería detenido por vociferar y mantener actitudes golpistas ante el Parlamento y su mamá sería enchironada por manifestarse en la misma actitud y con los mismos propósitos tras el sospechoso suicidio de los terroristas islámicos de Leganés. No hay causa infame a la que no hayan dado su vociferante apoyo. Se puede saber cuál es el mejor camino ético y político en cualquier asunto conflictivo llevándole la contraria a los Bardem.