Hoy ya no puedo dejarlo pasar. Hoy necesito hablar de los festejos dedicados al Quijote. Hoy tengo que decir que esta siendo una patraña, un engaño, casi todo lo que se han montado oficialmente en torno al cuarto centenario del Quijote. Filfa y embauque de turismo barato es toda la movida del centenario, porque oculta lo fundamental: sin la idea de España el Quijote no sería. Cervantes, y por supuesto su obra, ha sido ensombrecido por unos hombrecillos que son incapaces de mostrarlo como el representante más alto de la cultura española. ¡Española! Sí, exactamente española, pero, porque nada de España le interesa al Gobierno del PSOE, el centenario es para olvidar. Todo es de cartón piedra. Todo es políticamente correcto. Todo es publicidad engañosa. El personal dedicado a la cosa calla y trinca, pero todos sabemos que hay pocas cosas que se salven. Ministerio de Cultura e Instituto Cervantes son los principales irresponsables del desaguisado.
Hoy, cuando he leído en este periódico, curiosamente en la sección de “noticias sorprendentes”, que la “Fundación Televisa” de México ha tenido la feliz idea de mostrar, en cuñas televisivas de 20 segundos, parte de la sabiduría popular contenida en múltiples frases cortas que aparecen en la obra, he pensado en el poderío intelectual de la cultura española. Ni siquiera la perversidad del Gobierno negando España conseguirá borrar la cultura española, mientras alguien en el mundo lea Don Quijote de la Mancha. Más aún, quienes hablan en castellano, e incluso quienes leen el Quijote, son nuestras últimas esperanzas para que la idea de España no muera arruinada por analfabetos y separatistas. Por este lado podemos estar tranquilos, porque el poder de universalización de la cultura española dista mucho de poder ser reducido a las majaderías de un ministerio de Cultura portátil.