En Internet, como en cualquier otro ámbito, se puede encontrar lo mejor y lo peor que puede producir el ser humano. La Red tiene muchos más aspectos positivos (agiliza y facilita la comunicación entre personas, ofrece cantidades ingentes de información, mejora las posibilidades de cooperación entre individuos o grupos…) que negativos, pero estos últimos también estén presentes. Por desgracia, en el mundo on line también existe la delincuencia, el fanatismo religioso o político y otros males presentes en las calles de cualquier ciudad del mundo.
Uno de sus aspectos negativos es las posibilidades que ofrece para la difusión de la judeofobia (odio a los judíos, más conocido por el impreciso nombre de antisemitismo). La celebración en Córdoba de la Conferencia de la OSCE sobre antisemitismo y otras formas de intolerancia es una buena ocasión para reflexionar sobre la actividad judeófoba en Internet. En la Red uno puede encontrar gran cantidad de mensajes cargados de odio hacia los judíos tanto de forma abierta como en su variante políticamente correcta, el denominado “antisionismo”. Esto último, a decir verdad, también es muy habitual en los medios de comunicación tradicionales.
Los judeofobos de diferentes ideologías, desde nazis hasta ultraizquierdistas pasando por islamistas, parecen campar a sus anchas por Internet. Sin embargo, esto no debe ser una excusa para tratar de ejercer la censura en la Red. Hay otras formas de combatir la judeofobia on line menos lesivas para las libertades individuales y al mismo tiempo muy efectivas. En un artículo de hace ya cinco años, pero que en la actualidad sigue siendo totalmente vigente, Adrian Kohan ofrece un buen análisis de estas cuestiones.
En primer lugar, para combatir la judeofobia en Internet hay que utilizar las mismas armas legales que las existentes fuera de la Red. En España tenemos ejemplos de que funcionan cuando se trata de combatir el odio antijudío a través de la Red. En segundo lugar, los propios servicios de alojamiento pueden estar interesados en impedir que los judeofobos utilicen sus servidores para propagar su mensaje. En algunos casos, la respuesta de estas empresas puede ser negativa ante la petición de que retire este tipo de contenidos, pero en otros puede ser positiva. Es una vía que se debe intentar. Por último, están las "estrategias positivas".