El fin de semana nos ha traído tres novedades que, hablando de televisión, quiere decir que le dan la vuelta a lo mismo para que parezca diferente. TVE ha estrenado en la noche del sábado “Gente de Primera”, un concurso-espectáculo musical que consiste en presentar autores noveles apadrinados por figuras de la canción. El programa se hace desde Sevilla y lo presenta Esther Arroyo, que tan pronto habla con acento andaluz como sin él, en un ejercicio teatral animado por su continua risa. Isabel Pantoja, María Jiménez, Azúcar Moreno, Presuntos implicados, Francisco y Rosa fueron los artistas consagrados que apostaron por sendos principiantes de distinta edad y calado. Los había gordos y alguno de peso normal, guapas y menos guapas, algún cantautor y mucho flamenco. Nada nuevo que se aleje de lo que cabe esperar de un programa de larga duración que incluye elementos de “Operación Triunfo” o “Lluvia de estrellas” y mucha Andalucía.
TVE, en su pertinaz caída de audiencia, se enfrenta a los embates de “Salsa rosa” —que lleva camino de hacer su agosto con Lola Flores— con un producto clásico que no contentará a los que esperan que la cadena pública dé cuartelillo a la música, ni se convertirá en fenómeno de masas como las primeras entregas de “Operación Triunfo”. El eslogan “Otra televisión es posible” no se aviene con esta “novedad” que recurre a lo más estereotipado de la televisión.
Por su parte, Telecinco, junto a “La hora de los corazones solitarios”, un concurso presentado por el simpático Óscar Martínez que sirve de agencia para ligues de circunstancias, ha comenzado a emitir “Agitación + IVA” un programa de humor producido por el grupo que tanto éxito tiene en la televisión autónoma vasca con “¡Vaya semanita!”. Si los catalanes de “El terrat” han irrumpido en Antena 3 con “Homo zapping” y Buenafuente, la productora vasca pasa a jugar en territorio nacional con la experiencia de ETB para exportar un humor más abierto que también tiene mucho de teatro, pero que está especializado en recrear escenas chocantes en las que hay una gran confusión ideológica y de papeles entre distintos miembros de la familia.