Aquí vale todo. El fútbol español se parece cada vez más a "O.K. Corral". La penúltima ha sido la irrupción de Miguel Angel Ruiz, consejero del Levante, quien ha afirmado que el martes recibió la llamada de un amigo que le dijo que el Mallorca tenía arreglado su partido contra el Deportivo de La Coruña. Y no satisfecho con eso, Ruiz fue más allá: "Me contó que antes del minuto diez habría un gol o un penalti de Romero. Y que diez o doce minutos después habría otro gol, con un jugador libre de marca y por la misma banda". ¿Qué pruebas aporta Ruiz?... Ninguna, no aporta ninguna prueba. ¿Pasará algo?... Probablemente no. Supongo que Romero acudirá a los tribunales de justicia ordinaria y que éstos tardarán mil días en dictar sentencia. Para cuando el deportivista salga vencedor del "combate legal", nadie recordará qué dijo exactamente, pero al defensa le habrán manchado ante la impunidad total y absoluta de todo el mundo.
Está claro que el Levante emplea a Ruiz como "cabeza de turco" para presionar a los árbitros de la última jornada de Liga. El Levante juega contra el Villarreal, mientras que el Mallorca recibe al Betis. El consejero del equipo valenciano dará por bien empleados los seiscientos euros que le haga pagar la justicia ordinaria si al final logra intimidar al árbitro del partido de Mallorca. Esta historia es asquerosa porque además, en el fondo, todo el mundo sabe que Ruiz utiliza a Romero para ensuciar la última jornada del campeonato. No tiene pruebas. Ni las tendrá salvo, naturalmente, que haya grabado esa hipotética conversación. Viendo que aquí todo vale y que la Federación y la Liga asisten impertérritos a la lluvia de "tomatazos", en Levante no quieren quedarse atrás. De paso, y para distraer la atención de sus socios, ya tienen la excusa perfecta: todo está comprado. Todo es sucio. Nada vale. A uno le entra un pánico tremendo pensando en los "consejos" que pueda darle al presidente del Levante un individuo como Miguel Angel Ruiz.