Ahora se cumplen siete años del gol más importante en la historia reciente del Real Madrid, aquel que el montenegrino Pedja Mijatovic le marcara a Peruzzi en el minuto 66 de la final de la Copa de Europa ante la Juventus de Turin, la "Vieja Dama" del fútbol mundial. 1-0 y se acabó el "blanco y negro". Cuenta Mijatovic —un jugador muy "fino" que Lorenzo Sanz se trajo en su día del Valencia por "cuatro pesetas"— que dos días antes de la final sintió un tirón. Rápidamente se lo dijo a Pedro Chueca y éste, para evitar las nefastas consecuencias del "espionaje industrial" italiano, le pidió que aguantara sin forzar demasiado y se retirase luego al vestuario con el resto del equipo. Al finalizar el entrenamiento Jupp Heynckes, aquel entrenador alemán que parecía tener siempre la cara achicharrada por el sol, le pidió que se quedara a tirar penaltis. Mijatovic le dijo que él se iba directo a la ducha, pero le prometió que marcaría el gol decisivo en la final. Y así fue. Hace siete años de aquello.
Mijatovic fue, por así decirlo, el "puente che" entre los casos culés de Alfredo di Stéfano y Luis Figo. Pedja era muy querido en Valencia y su fichaje por el Real Madrid supuso una verdadera convulsión en Mestalla. Cuando regresaba a jugar allí vistiendo la camiseta merengue debía hacerlo protegido. Me parece que la hostilidad que el valencianismo muestra estos últimos años hacia el Real Madrid arranca inconscientemente de aquel polémico fichaje que se produjo a finales de los años noventa.
¿Hubo fuera de juego? Mijatovic responde a esa pregunta: "Y si lo hubiera sido, ¿qué?... Peor para la Juve. Pero no lo fue". Lo cierto es que ningún jugador italiano protestó aquella jugada. Franklin Foer, periodista político del Washington Post y editor en la revista de opinión New Republic, explica en "El mundo en un balón" (Editorial Debate, 2004) que en 1998 la Juventus de Turín ganó la "temporada envenenada". "Obtuvieron su triunfo porque los árbitros anulaban a los equipos contrarios goles que eran evidentes y no castigaban las faltas de la Juventus. Aunque este equipo cometió más faltas que cualquier otro club de la liga, fue el que recibió menos tarjetas rojas".