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Juan Manuel Rodríguez

Samuel Eto'o acabó con las "urgencias históricas"

ahora le toca a Florentino Pérez ponerse en movimiento, ahora es su equipo el que lleva ya dos años sin rascar bola, suya es ahora la presión

Los periodistas deportivos repetimos como loritos eso de que un equipo nuevo, una nueva plantilla, no empieza a funcionar correctamente hasta que sus jugadores no se conocen bien. Claro que, para cubrirnos oportunamente las espaldas, también decimos eso de que "el fútbol es un idioma universal". En el caso del Fútbol Club Barcelona, nuevo y justo campeón de la Liga, pesó mucho más la universalidad del lenguaje futbolístico que la reconstrucción casi total de un equipo que se había quedado atrancado y que carecía del impulso necesario para recuperar el liderazgo del fútbol español. El Barcelona de Frank Rijkaard jugó muy bien casi desde el inicio, sorprendiéndonos a aquellos que pensábamos que el "proceso de adaptación" sería más lento y complejo. El Barcelona transmitió buenas vibraciones ya desde el mes de septiembre y se vio claramente que sería un candidato muy serio al título. La sorprendente inmediatez de dicho "acoplamiento" es obra de Frank Rijkaard, uno de los hombres que sale claramente reforzado.
 
El otro triunfador, sin duda, es Joan Laporta. No creo que ahora encontrara demasiada oposición si decidiera prescindir de su otrora mano derecha Sandro Rosell, ni que éste pudiera recabar tampoco muchos apoyos si quisiera hacerle frente al presidente desde un hipotético grupo de oposición. Laporta, curiosamente con Rosell como "brazo ejecutor", obró el milagro de reconstruir un equipo demolido y sin chispa. En un lento "gota a gota" que pasó desapercibido, un día llegaba a un acuerdo con Belletti, al siguiente fichaba a Sylvinho, luego contrataba a Edmílson, más tarde a Larsson, Deco, Giuly... Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... Aquello tenía una pinta fantástica si a todos esos futbolistas le añadías Ronaldinho, Puyol y Valdés, un "galáctico", un defensa rocoso y un portero solvente y con futuro. Florentino Pérez consintió que Laporta le pusiera la guinda a su nuevo proyecto con la sorprendente contratación de Samuel Eto\'o. Lo más curioso del caso es que Ronaldinho estuvo a punto de venirse al Real Madrid mientras que Eto\'o sencillamente le pertenecía. El camerunés ha sido indudablemente el "futbolista del año" de la Liga 2004-2005. Todos los jugadores anteriormente citados salen igualmente reforzados: nadie podrá decirles de ahora en adelante que no saben lo que es conseguir un título importante.
 
Cuando el Real Madrid gana, el Barcelona pierde; al contrario, cuando el Barcelona consigue la Liga no existe segunda posición que pueda reparar la temporada del Real Madrid. Y ahora le toca a Florentino Pérez ponerse en movimiento, ahora es su equipo el que lleva ya dos años sin rascar bola (lo de la Supercopa de España es una soberana filfa), suya es ahora la presión y también le pertenece aquello que Menotti, en referencia al Barcelona, definió un buen día como "urgencia histórica". Habrá quien piense que Florentino lo tiene más fácil que Laporta lo tuvo hace dos años, puesto que el Real Madrid cuenta con Zidane, Casillas, Ronaldo, Roberto Carlos, Figo (por ahora), Raúl y Owen. Veremos...

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