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Guillermo Rodríguez

Google, la biblioteca de Babel

Es cierto lo que han dicho los responsables del buscador: su servicio sólo contribuirá a incrementar la venta de libros y a fomentar la llegada de nuevos lectores.

Desde hace 11 semanas, el  libro más vendido en Estados Unidos en el apartado de no ficción es el que recoge las conclusiones de la Comisión del 11-S. Paradójicamente, esta circunstancia ejemplifica hasta qué punto pueden convivir la gratuidad y el pago, el acceso libre a contenidos y su venta. Las 516 páginas del informe pueden adquirirse por 10 dólares en cualquier librería, pero también pueden leerse con buena vista, mejor monitor  y mucha paciencia, gratuitamente en Internet.
 
La cuadratura del círculo es posible. Más que un hecho aislado o coyuntural, es un síntoma de lo que está por llegar. Todo impulsado, cómo no, por Google. La semana pasada, el mejor buscador del mundo lanzó GooglePrint, un nuevo servicio que permite leer libros completos en la Red  e incluso buscar palabras o pasajes dentro de ellos. Novelas, poemas, ensayos, volúmenes de cocina... todo es susceptible de ser escaneado e indexado por el buscador. Aunque por ahora el número de obras disponibles es escaso –GooglePrint sólo está en pruebas–, existen ejemplos suficientes no sólo para celebrar la nueva iniciativa, sino para augurar que en el futuro todos los libros pasarán por el tamiz de Internet.
 
Lo que hace Google no es nuevo. Cualquiera que haya visitado alguna vez un establecimiento de la cadena francesa FNAC habrá disfrutado de un servicio similar. En la tercera planta de su local madrileño existe una sala de lectura donde los clientes, sentados en incómodos bancos y resguardados por el sonido de la música clásica, pueden leer cualquiera de los miles de volúmenes que se comercializan en la tienda. ¿Pone ello en peligro la industria del libro? En absoluto. Si acaso lo potencia. Como GooglePrint. Porque, al igual que sólo los que disponen de suficiente tiempo leen un libro completo en la FNAC, hay que tener muy buena vista o ser un loco para leer una novela entera en la pantalla del ordenador. Por supuesto siempre habrá lectores que azucen sus dioptrías a cambio de ahorrarse unos euros en la compra de una novela, pero la mayoría, la gran mayoría, sólo recurrirá a GooglePrint para consultar las dos primeras páginas, tal vez leer unos párrafos de la zona intermedia y, los más inquietos, el final. Tras la consulta tendrán el suficiente criterio como para decidir si adquieren o no el libro.
 
Es cierto lo que han dicho los responsables del buscador: su servicio sólo contribuirá a incrementar la venta de libros y a fomentar la llegada de nuevos lectores. Hará posible cumplir la máxima de Roald Dahl: “Si piensas llegar a alguna parte en la vida, tienes que leer muchos libros”.

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