Leo en una entrevista en El País, como no puede ser de otra manera entrevistado por el sin par Mauricio Vicent (todavía no curado o peor que nunca), que ha regresado a la palestra pública de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos el sugar daddy del exilio, el señor Carlos Saladrigas.
El País, en su labor melancólica del realismo socialista, publica una foto de cuando Saladrigas tenía mínimo 40 años pasada por Photoshop, porque dudo yo que ninguna cosmetic surgery de Miami pueda arreglar los descalabros de la edad en un señor que cuenta con sus haberes, como se puede demostrar en este vídeo del 2011, mientras se dirigía a los jóvenes de una asociación creada por él o por su entorno, titulada Raíces de Esperanza, integrada en su mayoría por jóvenes cubano-americanos nostálgicos del horror que no conocieron, más nostálgicos de lo desconocido que sumidos en el verdadero meollo del espanto. Raíces de Esperanza es un pelillo caído de Cuba Study Group, proyecto socialista para Cuba del señor Saladrigas, como si no tuviéramos suficiente con lo que hemos tenido por más de 62 años, con la velada intención de seguir enriqueciendo los bolsillos de los herederos de la tiranía, de estos bichos sugar daddies del exilio, con la consabida tajada para el Gobierno norteamericano. Aquí rara vez se habla de libertades, aquí de lo que se trata es de negocietes puros y duros y se agrega al pasar que el negociete facilitará la libertad y tal... Ay, PCCH, qué daño has hecho.
Carlos Saladrigas fue uno de los manitas de Barack Obama en las negociaciones con la tiranía hacia la vía birmana, que ya ven los resultados que ha dado en Birmania. Aunque Saladrigas más bien es de los que apunta a hacer de Cuba un Singapur, donde se construya y se construya ad infinitum en piedra, y no en almas y en libertades. Negocio oblige! Verán cómo en ese vídeo se luce diciendo que en Singapur votan los ciudadanos "supuestamente" libres, y hasta no vacila en citar a Karl Marx… ¡y a Voltaire! Agrega que ambos pensadores tenían puntos de vista opuestos. No del todo, no del todo, señor Saladrigas. No cite sin leer las obras en su conjunto, parfavare. Ahí lo dejo.
Este sugar daddy impulsó en cierto modo la carrera ascendente de esa oposición creada por Raúl Castro al estilo de Felix Dzerzhinsky en época de Lenin y que le ha lavado la cara al régimen. Por ejemplo, cuando digo que en Cuba se persigue a los periodistas independientes, siempre habrá alguien en un foro internacional que levantará la mano para contestar esa realidad, argumentando que es falso porque la bloguera Yoani Sánchez ha conseguido crear un periódico digital independiente (14ymedio), lo que no se ha podido lograr ni en México, por poner un ejemplo que a cada rato cita la misma Yoani Sánchez como país que destroza periodistas, olvidándose de los que el castrismo hace boronillas, menos a ella.
El caso es que, en lo que los idiotas se entretienen con las trifulcas en el terreno beisbolero allá en West Palm Beach, ya Míster Saladrigas ha encontrado la forma de codearse con Joe Biden o a la inversa en los terrenos que conviene a ambos, supongo que para ir situándose en el terreno de los garroteros de la libertad de Cuba, a cambio de las migajas de uno y otro lado. ¿Que por qué? Eso lo tendrá que responder él ante los cubanos, y ante Dios…