El presidente de Francia continúa en guerra contra los terroristas. "Terroristas, terroristas", no se cansan de repetir. Es una guerra para acabar con el terrorismo, ha dicho. Pero el terrorismo continúa. De hecho, siete franceses han sido secuestrados en Camerún, tres adultos y cuatro niños. El infierno por el que debe de estar pasando esa familia no me lo quiero ni imaginar. Pero la guerra continúa en Malí, donde Hollande es ya más que un ídolo, es Dios.
Entre tanto, sus ministros anuncian que cobrarán impuestos a aquellas personas que reciban pensiones y allocations familiares, ayudas económicas por parte del Estado. Me pregunto si los estudiantes serán taxados también.
El caso es que resulta bastante absurdo que ciudadanos necesitados, a los que por esa misma razón el Estado asigna pensiones y ayudas, deban pagar impuestos sobre esas mismas ayudas. Todo un giro danzarín y maquiavélico. Un giro: te doy una ayuda. Otro giro: te la cobro con impuestos. Tercer giro: te quito la mitad de la ayuda. Y para todo ese infame malabarismo una enorme cantidad de funcionarios llenando las planillas de la burocracia. Montones de burócratas.
Eso es el gran invento del socialismo, burocracia y más burocracia. Papeleo y más papeleo. Y lo que te doy te lo quito de una manera u otra. Sin contemplaciones. Francia es una máquina de fabricar burócratas.
Y la guerra continúa.
¿Han visto a ciudadanos franceses en la calle protestando masivamente, como lo hacían contra Sarkozy, por estos anuncios de cobro de impuestos a los más pobres? No.
¿Han visto a los pacifistas protestando por la guerra en Malí? No, qué va. Si es una guerra antiterrorista. Qué raro, tanto que apoyaron al terrorista Marcos. Y a los terroristas Castro. ¿Cómo no les hacen la guerra a ellos? Ah, pero en Cuba no hay petróleo ni uranio.
¿Han oído los gritos de los sindicatos, que tanto clamaron cuando Sarkozy gobernaba, por esos impuestos y por esa guerra? Nada de nada. Sordos, mudos e inmóviles.
Todo es una farsa, da vergüenza.
Pero ¿sería mejor con los de la oposición? ¿Qué oposición? ¿Existe finalmente una oposición que pueda ser considerada como tal? Queriendo parecer más socialistas que los mismos socialistas y limpiándose con meaculpas y arrepentimientos, se desintegran; ha desaparecido la auténtica oposición.
Oh, no, perdón, queda Marine Le Pen, el Frente Nacional, la ultraderecha, que al parecer, según las encuestas, es el único partido que sube, sube y sube, en una subida sin precedentes...
Ya Carla Bruni, una socialista casada con un presidente de centroderecha, lo vaticinó, que en las próximas elecciones ganará Hollande de nuevo... frente a Le Pen.
Anoten que no he citado a ningún filósofo ni escritor, a ningún analista político. No, he citado a una estrella de la varieté, ex top model, ellas son los cerebros pensantes del mundo actual. A los otros nadie los oye; a estos... ¡son la Biblia!